La descomposición de la deuda total de la economía española afecta en
diferente medida a las entidades bancarias, las empresas, las familias y
las Administraciones Públicas
Isabel Ordóñez. Forum Libertas. 17 diciembre 2012
Es
de sobras conocido que la crudeza de la crisis económica española tiene
en el excesivo endeudamiento de las familias, las empresas, las
entidades financieras y las Administraciones Públicas uno de sus
componentes principales.
Entre
los años 2000 y 2007, el sistema bancario español canalizó el ahorro
europeo, procedente principalmente de Alemania y Francia, en forma de
créditos y préstamos que permitían sobradamente cubrir las necesidades
de empresas y familias espoleadas por una fiebre consumista que llevaba
aparejada la inversión desmedida en oficinas y viviendas residenciales.
Así,
hasta 2008, el endeudamiento de la economía española se correspondía
principalmente con un endeudamiento privado de familias y empresas
financieras y no financieras.
Como
contrapartida, las finanzas públicas estaban suficientemente saneadas,
con un saldo presupuestario del Estado que presentaba un superávit
equivalente al 2% del PIB, mientras la deuda pública equivalía al 45%
del PIB, un registro muy inferior al de la media de los países de la OCDE.
El endeudamiento, casi en el 400% del PIB
Sin embargo, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria al hacerse pública la crisis de las hipotecas subprime,
todo se vino abajo. Además, a partir de esa fecha, las más o menos
saneadas cuentas públicas iniciaron un proceso de endeudamiento que ha
ido a más desde 2007.
De
esta manera, el endeudamiento global de España se ha doblado en una
década, hasta alcanzar una cifra cercana al 400% del PIB, mientras que
el año 2000 era del 196% del producto interior bruto, tal como se puede
observar en la siguiente tabla, elaborada a partir de los datos de
Eurostat.
Los bancos, siete veces más
Pero
si el endeudamiento español prácticamente se ha doblado en 11 años, la
situación de los bancos se ha agravado en el mismo periodo mucho más, al
multiplicar por más de siete su endeudamiento en el periodo que va
desde el año 2000 al 2011. Si hace 11 años el endeudamiento de las
entidades financieras era del 14% del PIB, en el 2011 fue del 102%. En
ese sentido, se puede
afirmar que los bancos tienen una gran parte de responsabilidad en el
incremento del endeudamiento global español en los últimos años.
Por
detrás de los bancos, las familias y las empresas también han sufrido
un gran incremento de su deuda, cerca del doble en ambos casos. Las
familias tenían en el 2000 un endeudamiento del 46% y en 2011 era del
82%. Y las empresas han pasado del 77% (2000) al 135% (2011).
Por
su parte, las Administraciones Públicas, que en el 2000 tenían una
deuda del 59% del PIB y en 2007 del 36%, lo que da una idea del
saneamiento de las mismas, en 2011 habían situado ese porcentaje en el
69%. Y ha seguido creciendo desde entonces y aún lo hará más, pudiendo
llegar al 89 ó 90% del PIB.
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