Además, el Parlamento del estado ha aprobado una nueva ley propuesta por el Partido Republicano, con el fin de vincular la valoración de los profesores de la enseñanza pública a los resultados académicos de los alumnos. El año pasado se presentó una ley similar, pero la vetó el anterior gobernador; el nuevo, Rick Scott, ha firmado esta vez.
       
             
Con el nuevo sistema, los profesores recibirán incentivos económicos según su evaluación y de su mejora profesional
       
Según se indica en la exposición de motivos, “la calidad de la enseñanza depende en gran parte de la calidad de los profesores”. Por eso, se revisa el sistema de evaluación del profesorado, sus compensaciones económicas y los diferentes modelos de contratación.
A partir de ahora, se establecen criterios objetivos para evaluar a los docentes y obtener cifras creíbles sobre su capacitación profesional (The City Journal, 27-03-2011). Su evaluación se realizará, en un 50%, teniendo en cuenta los resultados que sus alumnos alcancen en las pruebas oficiales del estado, aunque se valorarán en un periodo de tres años. Para valorar el otro 50%, cada uno de los distritos escolares tendrá la facultad de establecer sus propias pruebas, ponderando también, por ejemplo, el desempeño de responsabilidades directivas.

En cualquier caso, se intenta determinar en qué medida hacen bien su trabajo los profesores y qué resultados obtienen. En el nuevo sistema de evaluación se diferencian, en este sentido, cuatro niveles: muy eficaz, eficaz, necesita mejorar o insatisfactorio. Los padres y los miembros del consejo escolar tendrán noticias de estas evaluaciones y en ellas se basarán las renovaciones de los profesores.

Cambios en las compensaciones económicas
Por otro lado, la ley incluye cambios importantes en relación con la retribución del profesorado. Hasta ahora, los aumentos salariales dependían de los años de antigüedad y de la titulación académica de los docentes. Con el nuevo sistema, los profesores recibirán incentivos económicos según su evaluación y de su mejora profesional.

Serán, sin embargo, los distritos escolares los encargados de modificar las tablas salariales que determinarán el pago por resultados. En este aspecto, la reforma no entrará en vigor hasta 2014. La ley señala que los profesores con mejor rendimiento deben recibir la cantidad más alta del distrito, pero no fija su cuantía. Según los responsables políticos de educación, se trata de una cuestión que debe definirse en función de las circunstancias. Es este uno de los puntos que ha recibido más críticas, teniendo en cuenta la crisis económica actual, el déficit en la partida educativa del presupuesto estatal y los recortes en la enseñanza anunciados por el nuevo gobernador (Miami Herald, 3-03-2011).

También cambia el estatuto laboral de los profesores. Se podrá despedirlos por bajo rendimiento y se elimina la renovación automática de los profesores nuevos a partir del 1 de julio. Desde ese momento, los contratos por pruebas serán anuales y se podrá prescindir de aquellos que no alcancen buenos resultados. El distrito podrá negarse a renovar a los profesores que reciban evaluaciones negativas (dos consecutivas o en un período de tres años).

La ley ha recibido también críticas. Los demócratas creen que las medidas serán ineficaces por falta de financiación. En concreto, advierten que la inestabilidad de las nuevas modalidades de contratación quitará atractivo a la profesión docente. Sin embargo, aun con la reforma, el puesto de profesor seguirá siendo más estable que cualquiera en el sector privado, y la inamovibilidad no ha bastado para atraer a los mejores a la docencia. En Estados Unidos, solo el 23% de los profesores provienen del tercio de los mejores graduados universitarios; en Singapur, todos: no aceptan notas más bajas.

Los sindicatos, por su parte, sostienen que la multiplicación de pruebas académicas puede alterar la finalidad de la escuela, haciendo que se centre en las notas, y aumentar la presión de los profesores. Pero los exámenes son una manera de comprobar si la escuela cumple su finalidad, y presión es lo que experimentan la generalidad de los asalariados a los que se exige buen rendimiento. Otra crítica, de Karen Aronowitz, presidenta de United Teachers of Dade, es que la ley permitirá el despido de profesores con experiencia. En este caso, se trata de prescindir de aquellos cuya incompetencia está bastante experimentada.
Los sindicatos han amenazado con presentar una demanda para bloquear la aplicación de la ley.