31 de juliol de 2023

George Orwell autor de «Rebelión en la granja» y «1984» argumentó contundentemente contra el aborto en una de sus primeras novelas. Recensiones de sus libros. Anticomunista convencido.




George Orwell
(1903-1950) mantuvo toda su vida una gran independencia personal ante las ideologías. Socialista fabiano con influencias trotskistas y anarquistas, se sentía sin embargo orgulloso de las tradiciones británicas más conservadoras, y aunque el católico Evelyn Waugh pensaba que nunca había tenido una concepción religiosa del mundo y de la vida, alababa su elevado concepto de la moral. Su postura escéptica ante la religión fue compatible con sus bodas anglicanas y el funeral que pidió se celebrase a su muerte, según los ritos de la Iglesia de Inglaterra.
 

Tres demoledoras obras anticomunistas
 
A causa de esa libertad de criterio, y mientras la mayor parte de los intelectuales progresistas se deshacían en elogios a Stalin, un hombre de izquierdas como él pudo escribir tres de las obras que más daño hicieron al comunismo en el siglo XX: 




- "Homenaje a Cataluña" (1938), donde describe la aniquilación del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) a manos de los estalinistas en la zona del Frente Popular (está editado también en catalán). (Este libro junto con 
otros escritos de Orwell relacionados con la guerra civil española pueden leerse editados en "Orwell en España" Ed Tusquets; lo hemos leido y lo recomendamos. Para mí, lo mejor de Orwell es su integridad, su libertad de pensamiento. Por ejemplo aunque su país, Inglaterra, no quisiera en ese momento saber nada de las críticas al comunismo de esta obra. En la presentación de Homenaje a Cataluña no habla del humor inglés del autor... Cuca de LLum)



- "Rebelión en la granja" [Animal Farm] (1945), una fábula
contra la hipócrita dinámica del poder que esconde el colectivismo, donde consagró la frase "todos somos iguales, pero unos somos más iguales que otros"; (descarga gratis en PDF: literatura.itematika.com)





- y "1984" (1949), dura novela que denuncia el totalitarismo del alma como sustento del totalitarismo político, cuyo Gran Hermano y sus manipulaciones del pasado y del lenguaje no están menos presentes en las democracias contemporáneas.
"El lenguaje político se ha creado para que las mentiras parezcan verdades y el asesinato respetable", sostenía Orwell, en una frase que parece pensada asimismo para las campañas abortistas.


La aspidistra, un símbolo

Porque antes de esas tres obras maestras y de su desencanto con el comunismo (la Guerra Civil española fue el punto de inflexión), Orwell escribió en 1936 una sátira contra la vida pequeñoburguesa: Que no muera la aspidistra [Keep the Aspidistra flying].

Incluye un contundente argumentario contra el aborto en una época (medio siglo antes de la degradación sesentayochista) en la que, aunque legalizado por Lenin en la URSS desde 1920, todavía producía horror en la mayor parte de los militantes de izquierdas.

La aspidistra, una planta de origen chino, estaba de moda por entonces en los hogares británicos de clase media, y en ella ve el autor el símbolo de una vida hogareña placentera y mediocre contra la que se rebela el protagonista del relato, Gordon, quien ansía una existencia bohemia como poeta.

En la parte final se enfrenta a un problema que va a decidir su destino: ha dejado embarazada a su novia, Rosemary, en un momento en el que la boda es económicamente imposible si él quiere continuar su libre pero pobre vida de artista. (Abajo, Richard E. Grant como Gordon y Helena Bonham Carter como Rosemary en A merry war, versión cinematográfica que dirigió Robert Bierman en 1997.



Gordon y Rosemary se plantean qué hacer ante el horizonte de estigma social que implicaba entonces ser madre soltera.

Una proposición indecente
Y surge la posibilidad del aborto, que ella comenta sin convicción porque tiene un compañero de trabajo que conoce a un doctor que lo haría por cinco libras. (Los abortorios no eran aún la potente industria que hoy enriquece a los matarifes y subvenciona a los políticos abortistas).
"-¡No temas! -dijo él-. Pase lo que pase no vamos a hacer eso. ¡Es indecente!
-Sé que lo es. Pero no podemos tener el niño sin estar casados.
-¡No! Si ésa es la alternativa, me casaré contigo. Antes me cortaría mi mano derecha que hacer algo como eso."

El diálogo es un primer argumento de Orwell contra el aborto: la responsabilidad personal, y en particular del padre. Para Gordon casarse implica buscar un trabajo normal como el que abandonó, de publicitario, para dedicarse escribir, renunciando a todos sus sueños. Pero está dispuesto a hacerlo si el precio es matar a un ser humano que es, además, su hijo.

"Repugnantes doctores"
Tras una pequeña conversación sobre el futuro que les aguarda, Gordon (a quien, explica Orwell, al abrazar a Rosemary por el pecho ya "le gustaba pensar que un poco más abajo, como semilla bien guardada, crecía su hijo"), resume la situación:

"Todo se reduce a esto: o bien me caso contigo y vuelvo a New Albion [la empresa de publicidad donde trabajaba por un buen sueldo y de la que se había despedido para dedicarse a la literatura y no ganar un duro, n.n.], o bien tú acudes a uno de esos repugnantes doctores a que lo arreglen por cinco libras".

Madre por encima de todo
Pero a ella no le gusta un resumen de esa clase, porque da la impresión de que, al decirle que estaba embarazada, quería forzarle a un matrimonio que él no planeaba. Así que Rosemary aclara las cosas: "No voy a dejar caer esa decisión sobre ti. Es demasiado. Cásate conmigo si quieres, y si no quieres, no. Pero en cualquier caso voy a tener el niño".

Segundo argumento de Orwell: tras la responsabilidad del padre, la de la madre. Si Gordon está dispuesto a renunciar a sus sueños antes que matar a su hijo, Rosemary está dispuesta a afrontar el rechazo social antes que cometer ese crimen.


Nueve semanas
Los párrafos siguientes de Que no muera la aspidistra continúan las elucubraciones de Gordon sobre la nueva encrucijada que se le plantea en su vida una vez que han decidido que, por encima de todo, respetarán la vida de su hijo.
Hasta que, justo al pasar por delante de una biblioteca pública, repara en que, en realidad, sabe muy poco "sobre lo que estaba pasando en el cuerpo de Rosemary en ese momento": "Sólo tenía ideas vagas y generales de lo que significa el embarazo".

Así que entra y consulta algunos libros buscando fotos del embrión de -calcula- "entre seis y nueve semanas" que lleva en su seno su futura esposa: "Miró una imagen de un feto de nueve semanas. Le chocó lo que vió, porque no se imaginaba lo más mínimo que tuviese tal apariencia. Era una cosa deforme, similar a un gnomo, una especie de mala caricatura de un ser humano, con una cabeza en forma de huevo tan grande como el resto de su cuerpo. En medio de la gran masa vacía de la cabeza había un botón a modo de oreja. La cosa estaba de perfil. Su brazo sin hueso estaba doblado, y una mano, tosca como la aleta de un pez, le tapaba -por fortuna, tal vez- la cara. Debajo, dos piernas delgadas, retorcidas como las de un mono, con los pies hacia dentro. Era algo monstruoso, y sin embargo extrañamente humano. Le sorprendió que empezase a parecer humano tan pronto. Se había imaginado algo más rudimentario, un mero amasijo de células, una especie de engendro en forma de burbujas. Desde luego, debía ser muy pequeño. Miró las dimensiones que ponía debajo. Longitud, 30 milímetros. El tamaño de una grosella grande".

Luego Gordon piensa que quizá no tenga 9, sino 6 semanas, y mira un poco antes en el libro, para encontrarse algo "realmente espantoso, que apenas podía soportar mirar": "¡Qué extraño que nuestros principios y nuestro final sean tan feos, el no nacido tan feo como los muertos!". Orwell describe este feto veintiún días más joven que el anterior, "esta vez sin apariencia humana alguna", y de un tamaño "no superior al de una avellana".

Depende de mí, y es humano: ¿cómo huir de eso?

Orwell concluye con una tercera razón su argumentario contra el aborto al reflejar los pensamientos de Gordon: "Estudió detenidamente las dos imágenes. Su fealdad las hacía más creíbles y, por tanto, más conmovedoras. Su hijo le había parecido real desde el momento en el que Rosemary habló de aborto; pero había sido una realidad sin contorno visible, algo que sucedía en la oscuridad y sólo era importante después de suceder. Pero he aquí el proceso real que estaba teniendo lugar. Aquí estaba esa pobre cosa fea, no mayor que una grosella, que él había creado con su acto imprudente. Su futuro [del feto], incluso la continuidad de su existencia, dependía ahora de él [de Gordon]. Además, era un poco de sí mismo, era él mismo. ¿Quién podría eludir una responsabilidad como esa?".

No, desde luego, el protagonista de Que no muera la aspidistra, quien como conclusión a sus cavilaciones y consultas librescas telefonea a Rosemary para decirle que volverá a su antiguo trabajo y se casará con ella. Esa cosa tan fea que lleva en su seno vivirá porque, fea y todo, no es sólo un ser vivo, es un ser humano. Bibiana Aído no había leído a Orwell.

(Traducción de los textos de Que no muerta la aspidistra: ReL.)

http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=33283 


(Otros libros de Orwell, todos valen la pena:
Orwell  pensava comunista-anarquista primer, i per tant va venir a Espanya cap el 1937 per ajudar·nos a fer la revolució. Aqui va veure coses que li van fer canviar d'opinió, i  no sols va canviar, sino que va intentar explicar·ho als demés anglesos. Però ai!. no li ho publicaven perquè en aquells moments Anglaterra estava aliada amb la Rúsia soviètica contra Hitler, era la 2a guerra mundial. Un home de fets coherents amb el que pensava, i això expressat en llibres és el seu llegat, que ens empassem amb més facilitat perquè ho expressa en clau d'humor anglés, sornegueria, paradoxes i fina  d'ironia...) (La seva única formació acadèmica va ser anar a Eton, com  debia de ser bo aquest col·legi per donar una formació tan sòlida als alumnes!  Cuca de Llum)



 




"1984" y "Rebelión en la granja" de George Orwell, reseñas






s el que és pot aplicar a Orwell: una persona íntegra, una persona coherent amb les seves idees, que les posava en pràctica. I ho feia amb la més fina ironia, que fa somriure sense ferir. Cuca de Llum):
 



 
Programa "Un Libro una hora" n.43:   "1984"  | George Orwell.  (vídeo), reseña del libro:
 

 
O bé llegiu aquest article d' eldiario.es:


George Orwell y "1984": el libro que nos ator-menta desde hace setenta años

 
 Ahora que Europa vuelve a sufrir una guerra, quizá sea un buen momento para volver a hablar de "1984". O de George Orwell y su lucha contra el totalitarismo. O de cómo el libro más influyente en el siglo XX de lo que podríamos llamar literatura política nunca ha perdido vigencia. Siempre está ahí advirtiéndonos de lo que podría pasar. En 1983 y 1984, cuando se cumplía la fecha que le daba título, un detalle en realidad irrelevante, el libro vendió cuatro millones de ejemplares en 62 idiomas. Cuando Donald Trump fue elegido, volvió a experimentar un fuerte incremento de ventas.
 
 

Dorian Lynskey relata en "El Ministerio de la Verdad" la vida de George Orwell y cómo concluyó con la escritura de  "1984", el libro con el que el escritor advirtió de lo que podría pasar si la gente renunciaba a luchar contra el totalitarismo.

 

¿Qué es lo que hace que "1984" continúe interesando aunque su lectura sea en algunos momentos difícil de soportar? ¿Por qué pensamos que fue una profecía cuando Orwell no la escribió como si lo fuera?
Si las preguntas son demasiadas, porque además no son las únicas que se pueden hacer, hay que recordar que fue uno de los libros más citados en la Guerra Fría y por tanto de los más manipulados.
 
Dorian Lynskey tiene unas cuantas respuestas muy interesantes a los enigmas de  "1984". 'El Ministerio de la Verdad', publicado en España por Capitán Swing, es un libro sobre un libro y es una biografía de Orwell que destaca todos aquellos momentos vitales que le empujaron a escribirlo.

  


 "1984" sigue siendo el libro al que recurrimos cuando se mutila la verdad, se distorsiona el lenguaje, se abusa del poder y queremos saber hasta dónde puede llegar todo esto”, escribe Lynskey. Ha sido una visión sorprendente real para todos aquellos que han sufrido las dictaduras más terribles. También es un recordatorio permanente para los que viven en democracia sobre lo que puede ocurrir en las peores circunstancias. “Al fin y al cabo, el fascismo es un producto del capitalismo y hasta la democracia más amable puede girar hacia el fascismo llegado el caso”, escribió el escritor británico en 1937 en una carta a un amigo.
 
Orwell es un hijo de su tiempo y eso resulta evidente en todos sus escritos. De un tiempo horrible. En 1940, escribe la reseña de un libro de un periodista británico que describe en tonos lúgubres la década de los años treinta. Sólo se fija en “el lado malo”, dice, pero él tampoco es capaz de encontrar una visión más positiva: “¡Menuda década! Una revuelta sin sentido que se convierte de pronto en una pesadilla, un pintoresco viaje en tren que desemboca en una cámara de tortura”.
 
Sabe de lo que habla. En diciembre de 1936 viaja a España para combatir contra el fascismo. En Barcelona, se alista en las milicias del POUM, un partido marxista de origen trotskista. Es una elección condicionada por la carta de recomendación que consigue en Londres para poder desplazarse a la guerra con seguridad. Orwell admitió después que no era muy consciente de las diferencias ideológicas en la izquierda y que hubiera preferido unirse a la CNT.

 

En Barcelona es testigo de lo que pueden llegar a hacer los comunistas al cumplir ciegamente los órdenes de Stalin: El POUM es perseguido y diezmado, hasta el punto de que la vida del escritor y de su esposa corre peligro. Eso le permite conocer cuáles eran los riesgos en una situación de terror político.

En esa época, no puede sorprenderse de que los grupos de la izquierda diriman sus diferencias a tiro limpio, incluso si son aliados en la guerra. Lo que no perdona son “las mentiras que vinieron después”, escribe Lynskey. Los comunistas justificaron la eliminación de sus rivales trotskistas acusándoles de ser unos traidores que colaboraban con los fascistas. Orwell descubre alarmado que muchos, también en su país, se creen esa colección de mentiras o les conviene creérselas.
 
Cuando Orson Welles aterroriza a Nueva York con su reconstrucción radiofónica de 'La guerra de los mundos', Orwell presta atención a lo que ha ocurrido. “La evidente conexión que existe entre la infelicidad personal y la disposición a creer lo increíble es un descubrimiento de sumo interés”, escribe.
 
Orwell sigue con gran interés las obras de H.G. Wells y escribe sobre ellas, no siempre de forma elogiosa. Wells es el gran profeta a la hora de imaginar cómo sería el futuro y cuáles serían las grandes innovaciones tecnológicas. Este fabricante de utopías es asociado a una visión optimista del progreso, aunque sus cuatro novelas más conocidas escritas entre 1885 y 1898 –entre ellas 'La máquina del tiempo' y 'El hombre invisible'– ofrecen un escenario marcado por el abuso de los conocimientos científicos y los errores por los que el ser humano paga un precio muy alto.
 
Es un territorio en el que el autor de "1984" se reconoce. “Orwell nunca equipara tecnología y progreso”, escribe Dorian Lynskey. En su habitual tono pesimista, Orwell escribe d0urante la guerra que cada avance científico “acelera la tendencia que nos conduce al nacionalismo y la dictadura”. No era una opinión absurda en ese momento. El progreso científico había sido inmenso desde finales del siglo XIX y lo que Europa había ofrecido al mundo habían sido dos guerras con decenas de millones de muertos.
 
 
 Sobre el 2on llibre:
 >>  "Rebelión en la granja"

 llibre molt recomanat!

 https://youtu.be/mkFa1PXIdyI

 (Vídeo, 56 minuts)

 
Per a saber-ne més d' Orwell:
>> Orwell en España. George Orwell. Tusquets Editores  (inclou “Homenatge a Catalunya”,
així com altres articles relacionats amb la guerra civil d’Espanya que va intentar publicar a Anglaterra. Ironia suau, honestedat intel·lectual. A Barcelona succeí una revolució dins la revolució d'esquerres i ell en donà testimoni: la revolució comunista dins la revolució d’esquerres, els comunistes mataren  anarquistes, abans aliats seus, com els del POUM. Això mostrà a Orwell la vertadera cara del comunisme. Quan tornà a Anglaterra, no li permetien publicar-ho perquè a la 2a Guerra Mundial UK era aliat de Rusia. Aquesta edició publica aquests articles.) (castellà) (En català hi ha editat “Homenatge a Catalunya”, sense els altres articles).


>>  Veieu més ressenyes de llibres de George Orwell al tag "Orwell George"

 

__

George Orwell i els seus articles "La veritat sobre Espanya" del 1937.


Quan vaig marxar de Barcelona a finals de juny, les presons ja estaven a vessar

 El novel·lista i assagista George Orwell 
 
(1903-1950).





 
George Orwell va néixer el 25 de juny del 1903 i va morir el 21 de gener del 1950. El recordem llegint fragments de Spilling the Spanish Beans (Vomitant la veritat sobre Espanya), una sèrie d'articles seus publicats al New English Weekly el 29 de juliol i el 2 de setembre del 1937.


La Guerra Civil Espanyola ha produït probablement una collita de mentides més gran que qualsevol altre esdeveniment des de la Gran Guerra, però honestament dubto que, malgrat tota l'hecatombe de  monges violades i crucificades davant dels ulls dels reporters del Daily Mail, hagin estat els diaris profeixistes els que hagin fet més mal. Han estat els diaris d'esquerres, el News Chronicle i el Daily Worker, amb els seus mètodes molt més subtils de distorsió—, els que han impedit al públic britànic tenir una visió— sobre la veritable naturalesa del conflicte.

 El fet que aquests diaris han amagat amb tanta cura és que el govern espanyol, (incloent el govern català, que és semiautònom) té molta més por de la revolució— que dels feixistes. Ara per ara, és gairebé segur que la guerra acabarà amb algun tipus de compromís, i, fins i tot, hi ha raons per dubtar que el Govern, que va deixar caure Bilbao sense moure un dit, tingui gaire desitjos de victòria; però, del que no hi ha cap dubte és de la precisió— amb què el Govern està esclafant els seus propis revolucionaris.

Durant els darrers temps, s'ha anat imposant un regne de terror: dissolució— forçosa de partits politics, censura paralitzant a la premsa, espionatge constant i empresonaments massius sense judici.


Quan vaig marxar de Barcelona a finals de juny, les presons ja estaven a vessar: tant és així que ja feia temps que les presons normals s'havien desbordat i entaforaven els presos a les botigues buides o a qualsevol altre indret on els poguessin posar.
Però l'aspecte a destacar és que la gent que hi ha ara a les presons són els revolucionaris, no els feixistes; hi són no perquè les seves opinions siguin massa de dretes, sinó perquè  són massa d'esquerres.

I els responsables que hi siguin són aquells revolucionaris tan perillosos que la sola menció— del seu nom fa que en Garvin s'ho faci a sobre: els comunistes.

[...]

I què es un trotskista? Aquesta paraula terrible —avui a Espanya et poden posar a la presó, i tenir-t'hi indefinidament sense judici només amb el rumor que puguis ser trotskista— tot just comena ara a escampar-se per Anglaterra.

[...]

Fins fa uns quants mesos, deien que els anarcosindicalistes "treballaven lleialment" amb els comunistes. Després, els van anar apartant del govern; posteriorment, ja semblava que no treballaven tan lleialment; i ara estan en procés de convertir-se en traïdors. Després d'això arribarà el torn de Largo Caballero. Caballero, l'exprimer ministre socialista, ídol de la premsa comunista fins al maig del 37, ja és a la llista negra: un trotskista, un enemic del poble. I així continua el joc.

El final lògic és un règim en el qual qualsevol diari i partit de l'oposició sigui suprimit i tots els dissidents mínimament importants siguin a la presó—. I és clar, un règim així ha serˆ un règim feixista.

No serà el mateix tipus de feixisme que imposaria Franco, potser serà millor que el de Franco i val la pena lluitar per ell, però serà feixisme. Només que, com que serà controlat per comunistes i liberals, l'hi posaran un altre nom.
 
 
(Aquest post  ha rebut 73 visites)


30 de juliol de 2023

Cartes en sobre obert, per Gonzalo Boye. Sobre el dret al xifratge de les comunicacions d'extrem a extrem.



C
ada vegada que cedim
en matèria de drets i llibertats, per molt petita que sigui la cessió, el que realment estem fent és obrir la porta a la següent retallada de llibertats o, dit des de la perspectiva ciutadana, a la següent cessió de drets i espais de llibertat. Pensar que això no és així és, simplement, no tenir clar com funcionen aquestes dinàmiques restrictives, a la llarga repressives, però podem fer un recorregut per totes les restriccions als nostres drets que hem patit des de l'11-S i la denominada "guerra contra el terror" (la denominada "war on Terror" de l'administració Bush).
 
 

El procés de retallada de llibertats va començar, sempre amb l'excusa de la necessitat de garantir la nostra seguretat, amb una cosa que ja ha passat a formar part de les nostres vides, com és l'exhaustiu control als aeroports i estacions de ferrocarril. Després va arribar l'accés, en temps real, als nostres moviments, tant aeris com en tren, a través de la cessió obligatòria, i amb caràcter previ, dels llistats de passatgers. En paral·lel, es van començar a establir una sèrie de regulacions, aparentment menors, que van anar donant carta de naturalesa als controls i a l'acumulació, per part dels estats, de moltes dades de milions de ciutadans que no tenen a veure res amb un suposat problema de seguretat.

 

Una vegada que s'ha aconseguit establir tota aquesta dinàmica de control, que permet als estats conèixer-ho pràcticament tot de les nostres vides, gairebé en temps real, s'ha passat a una nova etapa: la del control de les nostres comunicacions i la nostra intimitat, és a dir, l'accés fàcil, directe i generalitzat a l'últim reducte que ens va quedant com a ciutadans. Els mètodes d'accés a les nostres comunicacions i a la nostra intimitat són de sobres coneguts, uns d'alegals i altres d'obertament il·legals, sent prova d'això últim l'espionatge polític denunciat en el "CatalanGate" i del qual tan poc agrada parlar a molts mitjans de comunicació, sense assumir que ells també han estat víctimes d'aquesta dinàmica intrusiva. Però no és l'única dinàmica delictiva que s'ha comès en nom de la nostra seguretat, de l'ordre públic o de la repressió de la criminalitat; un bon exemple d'això són els casos dels assalts massius a totes les dades de les missatgeries encriptades Encrochat i Sky del qual poc s'ha parlat. Bàsicament, i amb l'excusa de perseguir la criminalitat organitzada, es va accedir als servidors d'aquestes dues empreses i es van apropiar de totes les comunicacions que passaven pels seus servidors; del més d'un bilió de missatges desencriptats, pocs més de 2.000 tenien relació amb activitats delictives, la resta eren comunicacions encriptades sense cap mena de rellevància penal. Sí, van accedir a bilions (amb b) de missatges encriptats, però només un parell de milers tenien alguna relació amb la comissió de delictes; es va tractar d'una mesura arbitrària, abusiva, no proporcionada i centrada en les conegudes com a "investigacions prospectives" o, dit clarament, es tracta de tirar la canya per si alguna cosa pica.

 

 
Aquesta patata calenta és ara en mans del Tribunal de Justícia de la Unió Europea que, si continua amb la seva línia jurisprudencial, establirà que les proves així obtingudes són invàlides, però, a més, dictarà criteris interpretatius perquè aquestes coses no tornin a passar. Mentre tot això succeeix, ens acabem d'assabentar que el govern espanyol està promovent l'aprovació d'una normativa europea que prohibeixi el xifratge d'extrem a extrem de les missatgeries telefòniques. No soc cap expert en informàtica, però puc traduir que, per dir-ho clarament, el que pretenen és deixar desproveïdes totes les nostres comunicacions de qualsevol mena de garantia de confidencialitat. Em refereixo a missatgeria com WhatsApp, Telegram, Signal i tantes altres d'ús comú en l'actualitat.
 
 
 Privar les nostres comunicacions del xifratge és tant com obligar-nos a enviar cartes en sobre obert i, sens dubte, és una mesura incompatible amb les garanties que un estat democràtic i de dret ha de donar als seus ciutadans.
 
 
 
Si no fóssim al segle XXI, diria que el que pretenen és tant com que se'ns prohibeixi enviar cartes en sobre tancat; volen que la nostra correspondència, és a dir, la nostra missatgeria, s'enviï sense cap mena de protecció, que els lliurem el sobre obert perquè, quan els plagui, puguin llegir, sense cap dificultat, tot el que comuniquem entre amics, familiars, clients, etc.
 
 
Si al segle passat un govern hagués pretès alguna cosa així, no tinc cap dubte que l'hauríem catalogat de dictatorial perquè una mesura d'aquestes característiques és el somni humit de qualsevol tirà. La inviolabilitat de les nostres comunicacions, tinguin aquestes el format que tinguin, està constitucionalment garantida, també a la Carta dels Drets Fonamentals de la Unió Europea, però, així i per la porta del darrere, es pretén que ja no puguem tenir ni tan sols la sensació d'estar comunicant privadament.

 

Diran que qui res no oculta res ha de témer, això és un fals dilema, perquè aquí la qüestió no va de temors, sinó de drets i el dret al secret de les comunicacions va sent un dels últims reductes de llibertat que ens va quedant. Ningú que no pretengui vulnerar el secret de les nostres comunicacions, més aviat tenir-ho molt fàcil per fer-ho, pot estar promovent una mesura que, com dic, no és cap altra cosa que obligar-nos a enviar les nostres cartes en sobres oberts perquè qui vulgui les pugui llegir. S'imaginen què haurien dit d'una cosa com aquesta els nostres pares o avis? Doncs això...

 

Davant d'iniciatives com aquesta, el que tots hem de començar a preguntar-nos és quant més dels nostres drets estem disposats a sacrificar sense que això acabi sent definitiu per situar-nos en un món que ja Orwell es va imaginar i que ara estem començant a viure. Hi ha països, com Turquia, que no només han adoptat mesures similars, sinó que, a més, bloquegen l'ús d'algunes aplicacions de missatgeria que s'han negat a desbloquejar-los el xifratge d'extrem a extrem. Que cadascú tregui les seves conclusions.

 

Insisteixo: privar a les nostres comunicacions del xifratge, especialment del xifratge d'extrem a extrem, és tant com obligar-nos a enviar cartes en sobre obert i, sens dubte, és una mesura incompatible amb les garanties que un estat democràtic i de dret ha de donar als seus ciutadans.

 
 
PER A SABER-NE MÉS, UNA ENTRADA QUE PARLA DEL MATEIX:
 


__

29 de juliol de 2023

Espanya modifica la percepció de la història (manipula): nega la sentència del TC contra l'Estatut de Catalunya dictada el 2010, pel Pres. Carles Puigdemont

 

 
He escrit que Espanya és més una percepció de la realitat que no pas una realitat contrastada. Avui us en donaré un exemple del que vull dir amb aquesta afirmació. És un exemple dolorós, pel que significa de manipulació històrica i de menyspreu cap a la societat catalana per part del mateix Govern espanyol (sí, el del PSOE+Podemos). Delata quina mena de gent tenim al davant, capaços de tergiversar la història d'una forma vergonyosa sense parpellejar.


Avui Elisa Beni escriu un article interessant a elDiario.es precisament advertint que si es desitja "aconseguir una aproximació a allò que passa o pot passar, els suggeriria llegir la realitat, sense por, perquè conèixer-la i assumir-la, per més que et resulti odiosa, és l'única manera de bregar-hi". Però fa temps que la realitat és, en el si de la cultura política espanyola, un bé escàs i amb poc prestigi social. Es prestigia la murrieria narrativa, la suplantació dels fets per la percepció.

 
En l'informe que el ministre de Justícia va elevar al Consell de Ministres espanyol per la concessió dels indults als presos polítics em va cridar molt l'atenció un punt. El vaig haver de llegir dues vegades per si m'havia passat per alt alguna cosa, perquè el que es desprenia era tan fort que no podia creure que un informe oficial, adoptat al més alt nivell i que constarà en els arxius oficials per a la història, fos capaç d'una omissió tan flagrant.


En l'explicació dels fets que han provocat la ruptura profunda entre Catalunya i Espanya (entesos com a subjectes polítics diferents), el Govern espanyol ignora l'element més disruptiu de tots: la sentència del Tribunal Constitucional contra l'Estatut de Catalunya, dictada l'any 2010. El fet més rellevant, sense el qual no es pot explicar ni en termes polítics ni en termes històrics tot el que s'ha esdevingut després, és ignorat de manera conscient. Llegiu la captura del text original i poseu-vos en la pell d'un historiador d'aquí a cent anys, examinant aquesta part de la història. Vénen a dir que, "tras diversas vicisitudes" els catalans vam perdre la xaveta. És el relat que han imposat els mitjans espanyols (i algun de català) segons el qual als catalans se'ls ha rentat el cervell de tant mirar TV3 o escoltar les ràdios en català (cosa que demostra que tampoc no saben què diuen ni TV3 ni les ràdios).


L'ofensa més gran a tot un poble, inclosos els no independentistes del PSC amb el president Montilla al front, és ignorada pel Govern espanyol. El fet més determinant de la política catalana en la seva relació amb Espanya abans del referèndum de l'1 d'octubre --que ens anul·lin l'Estatut que vam votar seguint de manera escrupolosa allò que marca la seva Constitució-- és esborrat de la història. No existeix.


De debò que algú pot defensar això? De debò que algú pot creure que un govern que és capaç de manipular la realitat i la història de manera tan vergonyosa és de fiar? Mai no han sentit la necessitat de corregir aquesta greu distorsió de la realitat?


Ahir era el catedràtic de Dret Constitucional Javier Pérez Royo el que recordava precisament el que va representar la sentència del 2010, en aquest article que també recomano: https://www.eldiario.es/contracorriente/imponer-idea-franquista-unidad-espana-elecciones_132_10406885.html

 
No és tan difícil llegir bé la realitat. Encara que no els agradi, perquè certament l'episodi de la sentència del TC és un dels més foscos i tristos de la política espanyola. No poden explicar a ningú que un text aprovat pels dos Parlaments (el català i l'espanyol) i després validat en referèndum, acabi essent anul·lat per un tribunal tan altament polititzat que exercia de tercera cambra parlamentària, on el PP hi tenia mà llarga.

Si no assumeixen la realitat, és difícil que puguin bregar-hi, en efecte.
 
Carles Puigdemont.



 Per a saber-ne més: