José Luis Bajo Benayas
Salvo
sorpresa de última hora en la Contabilidad Nacional, España ha
comenzado el año 2018 como el único país de toda la Unión Europea con el
déficit público por encima del 3%. Al cierre de los procedimientos por
desvío excesivo a Portugal, Bélgica, Croacia y Grecia a lo largo del año
pasado, le va a suceder la corrección de Francia, que según todos los
datos y gracias a las reformas y ajustes de Enmanuelle Macron, habría
logrado dejar su desvío en torno al 2,7%. / España encarrila el déficit al 1,62% del PIB hasta octubre y se queda a un paso de cumplir el objetivo
Nuestro país queda así como el único señalado de los Veintiocho, si
bien el cierre de su castigo podría llegar en breve. No es descartable
que ese déficit apenas haya superado en unas centésimas la barrera del
3%, y todo ello debido a las ayudas financieras, que el Ministerio de
Hacienda valora en algo menos de 3.000 millones de euros durante todo el
ejercicio. Pero aún así, y pese a la considerable mejora de los últimos
doce meses, a España ya no le quita nadie el sambenito de ser el país
que más tiempo va a permanecer bajo el yugo del procedimiento de déficit
excesivo.
Este fue abierto en la primavera de 2009 después de que, tras el
primer año de crisis, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero,
pasara de una situación de superávit a otra de déficit del 3,8%. Sin
embargo, lo peor llegaría después, ya que aquel año el desvío sobrepasó
el 11%, algo únicamente equiparable al caso griego y al británico en el
seno de la Unión.
Desde entonces y
hasta ahora, nueve años después, los sucesivos gobiernos han logrado
bajar el desvío en casi 80.000 millones de euros, hasta la órbita del
3%. Sin embargo, los desmanes preelectorales de 2015, cuando Hacienda se
pasó de frenada con la rebaja del IRPF y de Sociedades y comenzó a
subir el salario a funcionarios el 1%, han impedido que nuestro país
cumpla los parámetros legales del Pacto de Estabilidad antes que
Francia, Portugal o Bélgica.
La salida del expediente, no obstante, se podría producir en cuanto
se empiecen a conocer los datos presupuestarios de los tres primeros
meses. Toda Europa cumplirá ya la regla del 3%, si bien preocupa
Rumanía, con el procedimiento cerrado pero unos números dudosos al
término de 2017.
Y ahora
que el déficit parece completamente encarrilado, la Comisión Europea
prepara ya la vigilancia a una quincena de socios europeos por el exceso
de deuda pública. El Pacto de Estabilidad sitúa el límite tolerable en
el 60% del PIB, y en el club de los Veintiocho hay quien incluso
sobrepasa el 180% (caso de Grecia).
España, en este sentido, ha empezado a hacer los deberes y comienza a
alejarse de la frontera del 100%, tan temida por los expertos. Aún así,
es el quinto país con un porcentaje de pasivo más elevado -le superan
la citada Grecia, Italia, Bélgica y Portugal- y tendrá que reducir el
volumen en dos puntos porcentuales anuales si quiere evitar castigos de
la UE, tal y como explicaron fuentes de la Comisión a este periódico
hace unos meses. El control fiscal, en este sentido, no ha terminado.
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