Muchos pensarán que esta opción puede ser catalogada de retrógrada y
contraria al principio de igualdad de oportunidades, pero yo me pregunto
¿cómo en Francia o Alemania los partidos socialistas y las nuevas
feministas han tomado la iniciativa de imponerlo?
José Ramón Talero Islán - 29.9.2012 - Forum Libertas
Ante
las recientes sentencias del Tribunal Supremo en torno a los dos
colegios de Andalucía y Cantabria en relación a la educación
diferenciada, me vino a la cabeza un artículo que leí en el diario El
País, justamente el 22 de abril del pasado año. Era una entrevista del
periodista Kerman Romeo a la científica Annne Moir. Cuando concluí esa
lectura, quedé libre de dudas en mi pensamiento al saber que la ciencia
me confirmaba que, a partir de unas edades, la educación a ambos sexos
debe ser separada para el buen desarrollo de los educandos.
Recuerdo
mi experiencia como estudiante conviviendo y aprendiendo con niñas,
después como educador enseñando a niños y niñas, en uno y en otro caso
observaba que la evolución en el proceso madurativo era diferente en los
dos sexos. Como alumno, todas mis compañeras de clase nos daban “sopas
con hondas”, siempre sacaban mejores notas y eran más responsables y
trabajadoras. Nosotros pensábamos y teníamos otros intereses distintos
de ellas, conversaciones más pueriles e inmaduras que nos alejaban de la
sociabilidad y de la correspondencia en el trato.
A
partir de los dieciséis años, cuando inicié mis estudios de COU (curso
de Orientación Universitaria) lo que es actualmente segundo de
Bachillerato, la madurez se fue equilibrando y nuestra responsabilidad
se igualó al resto de las niñas. Como educador confirmo, después de más
de treinta años de usanza, que esto es así.
Para
corroborar esta opinión y experiencia, la neuróloga inglesa Anne Moir,
doctora en Genética por la Universidad de Oxford y autora del libro Brain sex: The real difference between men and women,
explica las ventajas de educar a niños y niñas por separado debido a
las diferencias neurológicas existentes en ambos sexos. A esta insigne
científica le apasiona y trabaja, desde hace mucho tiempo, sobre el
cerebro y las diferencias entre hombres y mujeres. Todos sus estudios y
experiencias han determinado que instruyendo por separado a niños y
niñas es viable conseguir al máximo las potencialidades de cada uno.
Durante
una conferencia organizada por la Federación de Asociaciones de Padres
de Euskadi, en el Palacio Euskaduna de Bilbao, decía que: "En las
escuelas en que se coeduca no se enseña, y puede ser contraproducente".
Esta señora exponía a las preguntas del periodista, anteriormente
citado, que: “Se está forzando a hombres y mujeres a entrar en otro
mundo antes de que sus cerebros sean maduros, de que se desarrollen
definitivamente. El cerebro de un hombre madura entre los 20 y los 25
años; los cerebros de las mujeres son maduros a los 16 o 17 años. Opino
que ese lento desarrollo determina que poner a los adolescentes en las
mismas clases repercutirá negativamente en su desarrollo y empobrecerá
la comunicación entre sexos. Me gustaría que los colegios se organizasen
de manera científica y no políticamente”.
Por
último, elucidaba: “Si enseñas a un niño que su cerebro está organizado
de una manera lograrás sacarle lo mejor de sí mismo. Si ignoras las
diferencias, las acentuarás. Pondré un ejemplo. Los chicos desarrollan
la actividad verbal mucho más tarde que las chicas. La educación actual
incide en la comunicación verbal, y los chicos se pueden sentir
desplazados por no poder seguir la clase. Las chicas tienen menor
habilidad para pensar en tres dimensiones. Si se ignora y no son
educadas a otra velocidad en este aspecto serán menos aptas para
dedicarse a labores técnicas, y se acentuarán estereotipos como que las
mujeres aparcan peor”
Con
todo lo expuesto y añadiendo las experiencias de otros países más
desarrollados (Estados Unidos, Francia, Alemania, Suecia, Reino Unido
etc.), que ante el tremendo fracaso escolar y la gran violencia de
género que padecen sus institutos y colegios, lo mismo que ocurre en
nuestro país, optaron por ofrecer la diferencia separando por sexos en
determinadas edades.
Hay
que señalar que esto se limita a las horas lectivas; fuera del horario
de clases, los chicos y chicas deben estar juntos y relacionarse. El
resultado de estas experiencias, plasmado en estadísticas y datos
experimentales, ha sido en todos los casos y países espectacular:
aumento del rendimiento académico; disminución de la violencia de
género; mejor ambiente en las clases; mayor eficacia en la labor de los
profesores. Posiblemente, muchas personas pensarán que esta opción puede
ser catalogada de retrógrada y contraria al principio de igualdad de
oportunidades, pero yo me pregunto ¿cómo en Francia o Alemania los
partidos socialistas y las nuevas feministas han tomado la iniciativa de
imponerlo?
Las
mujeres quieren ser ellas mismas, ni mejores ni peores, simplemente
diferentes. Por último, debo señalar, sin ánimo de crítica destructiva y
sin inmiscuirme en decisiones judiciales, que debemos buscar el sentido
común y sobre todo la libertad del individuo sin connotaciones
políticas. El derecho a la libertad está íntimamente unido al derecho a
la educación. Por este motivo, es importantísimo que todos los jóvenes, a
parte de sus diferencias sociales y económicas, puedan ser portadores
de una educación de calidad y en libertad. La verdadera libertad está en
la elección y no en la imposición. Las familias españolas tienen el
derecho fundamental a elegir la educación que desean para sus hijos
(Artículo 26 Declaración Universal de los Derechos Humanos y Artículo 27 de la Constitución Española de 1978).
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=24060
Publicat per primer cop a la Cuca de Llum al setembre del 2012
Publicat per primer cop a la Cuca de Llum al setembre del 2012
1 comentari:
Ple de rao
Publica un comentari a l'entrada