Los microplásticos se han vuelto una sombra persistente en ríos, lagos y océanos. Frente a este desafío, un árbol tropical muy común en muchas regiones del mundo ha entrado inesperadamente en escena: el tamarindo. Sus frutos, conocidos por su sabor ácido y sus usos culinarios, también esconden compuestos naturales que podrían ayudar a limpiar el agua de estas diminutas partículas contaminantes.
Investigadores de la Universidad de Delhi han estudiado los polisacáridos presentes en el tamarindo, moléculas complejas que tienen la capacidad de comportarse como pequeños "imanes" biológicos. En el laboratorio, estos compuestos se extraen y se mezclan con agua previamente contaminada con microplásticos. El proceso parece sencillo, pero lo que sucede dentro del líquido es sorprendente: los polisacáridos comienzan a interactuar con las partículas, agrupándolas en estructuras más grandes que pueden hundirse o ser retiradas con relativa facilidad.
Esto no significa que comer tamarindo elimine microplásticos del cuerpo humano; esa idea no tiene respaldo científico. Pero sí abre una vía prometedora: aprovechar las propiedades naturales de ciertas plantas para enfrentar un problema que hoy parece omnipresente.
📚 Fuente:
- "Fenugreek and Okra Polymers as Treatment Agents for the Removal of Microplastics from Water Sources", 10 abril 2025, ACS Omega, DOI: 10.1021/acsomega.4c07476

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