Les Caixes seràn Bancs,10
18/02/2011 - Las cajas tendrán de plazo algo más de un año, hasta el 31 de marzo del 2012, para ceder un mínimo del 20% del capital a accionistas privados o cotizar en bolsa, según consta en el decreto ley que aprobará hoy el Consejo de Ministros y que ayer negoció Economía con los partidos de la oposición y la CECA, la asociación del sector. Las entidades de ahorro, eso sí, deberán aprobar antes de septiembre de este año su plan de recapitalización si quieren evitar la obligación de situar su capital en el 10% de sus activos de riesgo (créditos), en vez del 8% que regirá para el conjunto del sector. Con esta corrección a sus planes iniciales, el Gobierno pretende satisfacer a los mercados –mantiene la mano dura– a la vez que no establece un calendario de imposible cumplimiento para las entidades afectadas.
Esto supondrá, como ya había avanzado la ministra Elena Salgado, que la mayoría de las cajas o grupos de cajas deberán acelerar la creación de un banco para cederle su actividad financiera e incorporar socios privados o cotizar en los mercados. El Gobierno mantiene la fecha máxima anunciada en un principio –el próximo mes de septiembre–, pero ha dado más tiempo a las cajas para ejecutar sus planes.
Esta era una de las principales reivindicaciones de la CECA y de su presidente, Isidre Fainé, compartida por los principales grupos de la oposición con los que el Gobierno ha negociado sus apoyos. El Ejecutivo quiere un apoyo amplio a la reforma y en los últimos días se han multiplicado los contactos para conseguirlo.
No es el único cambio que se va a producir. El Gobierno también ha aceptado limitar las consecuencias de los posibles incumplimientos de la nueva norma de capital, facultando al Banco de España a actuar de manera gradual, según los casos. Esto quiere decir que, frente a la intención inicial de intervenir de facto las entidades dando entrada al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el capital a quien en septiembre no llegue al 8% o al 10% –según los casos–, ahora habrá castigos intermedios.
Por ejemplo, si un banco o caja se queda a pocas décimas de cumplir con su mínimo de solvencia aplicable, podrá ver limitada su capacidad de expansión, de pago de dividendos o de bonus a sus directivos, entre otras medidas posibles. Otro aspecto relevante es que se establecerá un mínimo de permanencia del FROB en el capital de las entidades para evitar la especulación. El máximo, condicionado a la normativa europea sobre ayudas de Estado, no se puede ampliar: cinco años.
Donde las presiones de unos y otros no han obtenido el resultado esperado es en eliminar la discriminación de las cajas frente a los bancos en los requerimientos de capital. El decreto ley mantendrá la doble vara de medir en materia de solvencia. Como anunció Salgado, todas las entidades financieras deberán elevar su capital hasta el 8% y quienes no operen a través de un banco y con accionistas y tengan una dependencia mayor al 20% de la financiación mayorista verán elevado el listón hasta el 10%.
El PP negociaba anoche que las entidades que han dedicado más esfuerzos a sanear sus cuentas pudieran tener alguna ventaja al contabilizar esos importes en el cálculo del capital. La definición exacta de los elementos que componen el capital principal –como ha bautizado el Gobierno esta nueva ratio– es uno de los puntos que ha creado más expectación entre las cajas.
A partir de hoy, empieza la carrera por la recapitalización. Tras la publicación del decreto ley en el BOE, llegará el turno al Banco de España, que el próximo 4 de marzo dará a conocer las ratios de capital de todos los bancos y de cada uno de los 17 grupos de cajas que quedan en la actualidad.
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