El último consejo del Adif activó un gasto de 754 millones en Galicia y dejó en el cajón los encargos que Blanco prometió para Asturias
El último consejo del Adif activó un gasto de 754 millones en Galicia y dejó en el cajón los encargos que Blanco prometió para Asturias
07.01.12 - R. M. | GIJÓN - José Blanco anunció en septiembre que antes de terminar la legislatura licitaría para la variante los contratos de seguridad, electrificación además del de señalizaciones y comunicaciones. Estos dos últimos se estiman en 130 millones de euros. Pues bien, la legislatura terminó, el PP se impuso en los comicios del pasado 20 de noviembre y el equipo de Mariano Rajoy solicitó de inmediato paralizar todos los contratos de obras públicas hasta que se cumpliera el traspaso de poderes. El objetivo de los populares era evaluar cada encargo a la luz del estado de la contabilidad nacional.
En ese limbo parecen haber caído los contratos pendientes para terminar de equipar la variante de Pajares, una desdicha que no afectó igual a las encomiendas del AVE gallego. El 28 de octubre el consejo de administración del Adif se reunía para resolver los últimos encargos antes de las elecciones generales. Ese día el equipo del presidente, Antonio González, decidió la adjudicación de los contratos para las obras de plataforma en los tramos Lubián-Túnel de la Canda y Túnel de O Cañizo vía derecha. El valor de las encomiendas quedaba fijado en los 167,6 millones.
Además, el mismo consejo de administración precedió a sacar a licitación cuatro contratos más del AVE gallego: el Túnel de Padornelo-Lubián, Prado-Porto, Cerdedelo-Prado y el Túnel de El Corno (vía derecha). El importe de estos concursos se fijó en los 586,4 millones.
La reunión terminó proporcionándole al ministro de Fomento José Blanco la buena nueva de que quedaba autorizada una inversión de 754 millones para el AVE gallego. Pese a que Blanco había anunciado la licitación de tres contratos para la variante de Pajares, el consejo de administración del Adif no tuvo tiempo o no recibió las instrucciones pertinentes para hacer cumplir la palabra del ministro.
En lo tocante al AVE gallego aquella reunión dejaba un fleco abierto. Aunque se autorizó la celebración de los dos contratos por 167,6 millones, faltaba estampar las firmas. La Voz de Galicia informó que la signatura fue sustanciada el 21 de noviembre, cuando el Gobierno ya estaba en funciones.
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