9 de juny del 2010

El Ave y la Sagrada Familia . Editorial de ABC.

 
EDITORIAL  -  Publicado Miércoles , 09-06-10
Quedan días, tal vez horas para que un juez de la Audiencia Nacional decida si las obras del túnel del AVE bajo la Sagrada Familia pueden continuar o deben parar, pero el informe pericial, elaborado con garantías de neutralidad y con todo el rigor técnico advierte del grave peligro que se cierne sobre el templo expiatorio diseñado por Gaudí. Sólo eso debería servir para que Fomento, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona se replantearan el trazado o, al menos, las medidas de seguridad en la construcción y muy probablemente la velocidad de paso del tren por el centro de Barcelona, dado el riesgo que corre no sólo la Sagrada Familia sino el resto de los edificios al paso.
 
La posición adoptada por el concejal García Bragado (el alcalde aún no se ha pronunciado) es como mínimo una muestra de irresponsabilidad. La Sagrada Familia es tan vital para Barcelona como la red de cercanías, pues es su principal fuente de ingresos turísticos, su símbolo más reconocible. No hace falta siquiera defenderla por su valor artístico ni por su significado religioso. Hay a quien no le gusta y existen no pocos católicos en Barcelona, pero nadie puede negar su atractivo turístico, con lo que cargársela por las buenas sería más grave incluso que dinamitar La Pedrera, edificio de Gaudí que también corre un riesgo extremo por el empecinamiento socialista de hacer pasar el AVE por el centro de Barcelona.
 
Puede que sea imposible dar marcha atrás a las obras, pero es obvio que así no pueden continuar, como es obvio que están pendientes de una resolución judicial.