Val la pena llegir·la, si podeu. Aquesta entrevista confirma com pinta l'horitzó negre de l'euro. Article traduit del publicat per Open Democracy. Foto d'Iniciativa Debate.
- El profesor de la Universidad de Texas y ex asesor de Yanis Varoufakis considera que la zona euro “no se está gestionando bajo principios que resulten viables económicamente para los países de la periferia”.
- “En algún momento, algún país va a llegar a la conclusión de que realmente es imposible lograr una transformación efectiva dentro del euro y decidirá dar el salto y salirse”.
- “Cuando el Gobierno español intente llevar a España a un nivel de empleo decente, eso será la verdadera prueba de hasta qué punto un país grande puede forzar el sistema”.
Luis Martín|CanariasAhora – El Diario|31/08/2015
James K.
Galbraith es profesor de la Lyndon B. Johnson School of Public Affairs
de la Universidad de Texas (Austin). Su último libro se titula The End of Normal: The Great Crisis and the Future of Growth (Simon
& Schuster, 2014). Desde febrero hasta julio de 2015 fue consejero
de Yanis Varoufakis, entonces ministro de Finanzas de Grecia.
Desde el
estallido de la crisis griega en 2010, la receta por parte de las
instituciones europeas para sacar al país adelante ha sido la adopción
de medidas de austeridad y la promesa de posteriores políticas de
oferta; es decir, una vez embridado el déficit e implementadas las
reformas estructurales correspondientes. Cinco años más tarde, la
economía griega sigue deprimida y la deuda se ha disparado. En vista del
tercer plan de rescate que Grecia ahora intenta pactar con sus
acreedores, ¿cuál es su visión de la economía griega en el corto y
mediano plazo?
Puerto de el Pireo, el mayor de Grecia, desde un avión
En primer lugar, creo que es importante distinguir entre el relato que se hace en público sobre las políticas que han sido impuestas a Grecia, que son como usted las describe, y la verdadera razón por la que se están implementando dichas políticas, que son cosas bastante distintas. El relato se basa en la idea de que las llamadas reformas estructurales producirán crecimiento. La verdadera razón de estas políticas, que no son racionales, es que los acreedores desean apoderarse de la mayor cantidad de activos griegos como les sea posible a los precios más bajos. Lo que vamos a ver ahora es una intensificación de estas políticas y la liquidación de los bienes públicos y privados en Grecia: los bienes públicos que están siendo subastados a precios indudablemente bajos en el marco del llamado fondo de privatización, y activos privados porque el Memorando prevé liquidaciones aceleradas; básicamente las ejecuciones hipotecarias de viviendas de la gente y los bienes inmuebles de las empresas que quedan en Grecia. Esa es, en pocas palabras, la dirección de la política que se va a aplicar y, si el Memorando se implementa, es lo que probablemente veamos.
Si está en lo correcto, las instituciones (el FMI, la CE y el BCE) quedarán obligadas a rescatar a Grecia de forma indefinida.
Aquí no se está produciendo
un “rescate”. No hay “plan de rescate”, como no hay “reformas”.
Verdaderamente quiero insistir en esto, porque estas palabras se cuelan
en nuestro discurso, se colocan por los acreedores a fin de que personas
incautas las usen, pero no hay nada de eso en lo que está ocurriendo en
Grecia. Lo que está ocurriendo es un saqueo de los bienes del Estado
griego, de los bienes de las empresas griegas y de los bienes de los
hogares griegos. Esto no tiene nada que ver con la recuperación de la
economía griega o con el bienestar del pueblo griego. Por el contrario,
las políticas que se están aplicando son totalmente indiferentes a estas
consideraciones.
Puerto de El Pireo.
En cualquier caso, las privatizaciones tienen lugar una sola vez en lo que a ingresos para el Estado se refiere.
La evidencia es muy clara:
los acreedores no están interesados en saber si el Estado griego recibe
dinero de las privatizaciones ni cuánto. Ellos no están interesados en
eso. Si les interesara, habrían prestado atención cuando el Gobierno
griego, en febrero-marzo de este año, dijo que quería llevar a cabo una
política de privatización racional en lugar de poner todo en subasta de
golpe. Lo que les interesa es que los activos pasen a manos de empresas
constructoras alemanas, cadenas hoteleras internacionales, farmacéuticas
internacionales… Esa es sin duda la agenda.
[Los ingresos para el
Estado] les resulta irrelevante. Si nos fijamos en las metas de ingresos
de las privatizaciones en las versiones anteriores del programa, los
ingresos reales no alcanzaron ni una diminuta fracción del dinero que se
había previsto. Si añadimos que estas políticas no lograron recaudar
dinero, no generaron crecimiento, no redujeron el desempleo y, si además
consideramos que esto ha estado sucediendo desde hace cinco años y el
fracaso no ha cambiado en absoluto la forma en que los acreedores
diseñan sus políticas, es evidente que a estos les es indiferente lo que
al final ocurra en Grecia.
¿Terminará Grecia saliendo del euro?
Alguien saldrá del euro en
algún momento, ya que la política elegida ha quedado meridianamente
esclarecida. Syriza llegó con la esperanza de que sería posible negociar
un acuerdo económico realista dentro del euro, y la evidencia es ahora
clara sobre este punto.
Lo que hemos visto es que
han hecho un experimento inmoral con Grecia. Un experimento que demostró
tener un enorme costo humano y quienes lo llevaron a cabo se niegan a
enfrentar las consecuencias de sus acciones.
Si ese
es el caso, que las políticas impuestas a Grecia no son más que una
manera de saquear el país, ¿cuál es la lógica de las instituciones
europeas?
La Acrópolis y el puerto de El Pireo al fondo. La cultura griega es uno de los tres pilares de la cultura europea. Los otros son el derecho romano y el cristianismo. En la entrevista Galbraith habla de que están haciendo un experimento inmoral en Grecia. Parece irónico. O premonitorio. Salgamos de la pasividad!, si lo permitimos más adelante lo repetitan en otro lugar de Europa. (Cuca de Llum)
Creo que uno tiene que entender que las instituciones no ejercen de dictadores benignos que actúan por el interés general de la población europea. En primer lugar, están actuando bajo la dirección de algunos gobiernos en particular. En segundo lugar, están actuando a favor del interés de sus propios poderes institucionales y, en tercer lugar, en algunos casos, están actuando para servir a los objetivos políticos de las personas que lideran esas instituciones.
Comenzando por el tercer
punto, le voy a dar dos ejemplos. En 2010, el FMI entró en el préstamo
griego, el más grande en la historia de la institución, y la razón por
la que lo hizo fue que Dominique Strauss-Kahn quería ganarse el favor de
los banqueros franceses porque quería convertirse en presidente de
Francia. Eso fue un objetivo político personal que básicamente subvirtió
la misión del Fondo Monetario Internacional. De la misma forma,
Jean-Claude Trichet compró bonos griegos para ganarse el favor de los
banqueros franceses, no porque fuera en interés de Europa, ni en interés
del BCE.
Sobre el segundo punto, el
poder institucional, quedaba claro que el BCE y otros, pero en
particular el BCE, estaban furiosos de que el Gobierno griego tuviera la
temeridad de imponer limitaciones a las actividades de los burócratas
de la troika en Atenas. Se trataba de un acto de imprudencia del
Gobierno heleno que las instituciones estaban decididas a anular y que
finalmente anularon. Lo era recurrente era la cuestión de si el Banco
Central Europeo o el Gobierno griego controlan lo que sucedía en los
ministerios de Atenas.
Sobre el primer punto, no
creo que sea un secreto que de 2010 en adelante los gobiernos de Francia
y Alemania actuaron en primer lugar a favor de los intereses de su
propio sector bancario. Esa es su base política y principal
preocupación. Lo que ocurra en Grecia es secundario o irrelevante.
Bajo semejantes premisas hay poco espacio para que se produzca un avance sensible en el proyecto europeo.
Tendría que venir de un
movimiento político que trascienda las fronteras de los países
individuales, en particular de los países en crisis, y que se extienda
sobre todo a Francia y Alemania. Sin un movimiento de este tipo, sin una
transformación real en la política de los países, sus gobiernos y las
entidades que ejercen influencia continuarán comportándose como lo han
hecho hasta ahora.
Parece muy difícil, hoy en día al menos, que un movimiento así pueda lograr semejante cambio de paradigma, al menos en Alemania.
Resultaba bastante claro que
no había interés alguno en el programa que presentaba la Modesta
Proposición [de Yanis Varufakis y Stuart Holland], que fue diseñado para
remediar la crisis en el marco de los tratados europeos. El hecho de
que existan soluciones sensatas, pero que no se estén teniendo en cuenta
simplemente significa que más adelante se tomarán medidas aún más
difíciles y arriesgadas. En algún momento, algún país va a llegar a la
conclusión de que realmente es imposible lograr una transformación
efectiva dentro del euro y decidirá dar el salto y salirse. En ese
momento el curso de la Historia habrá cambiado. Ese país podría no ser
Grecia, que está abatida en este momento, pero podría ser Irlanda, por
ejemplo.
¿Por qué Irlanda?
Irlanda nos viene a la mente
porque sus socios comerciales son el Reino Unido y Estados Unidos, no
la Europa continental, por lo que su pertenencia al euro fue algo
incidental y muy bien podría decidir que es mejor para sus intereses
volver a la libra irlandesa.
¿Qué
piensa de España? El país está creciendo, la demanda interna se acelera,
e incluso el sector de la construcción está ganando impulso. España se
está exhibiendo como un ejemplo exitoso de esa fórmula de austeridad
ahora y política de oferta después.
España es un país mucho más
grande y más potente que Grecia y sufrió un ajuste mucho más suave.
España tiene una cierta flexibilidad política que Grecia no tiene, pero
creo que la prueba de los límites de esa flexibilidad vendrá más tarde.
Cuando el gobierno español intente llevar a España a un nivel de empleo
decente, por ejemplo, eso será la verdadera prueba de hasta qué punto un
país grande puede forzar el sistema. Puede haber, como usted dice,
algunos indicadores positivos, pero enfrente tiene la realidad de una
tasa de desempleo exorbitante.
Echando
la vista atrás, a su experiencia como asesor de Yanis Varufakis cuando
éste era ministro de Finanzas de Grecia, ¿cree que calcularon mal sus
posibilidades en las negociaciones?
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble con el entonces ministro de Finanzas griego Yanis Varufakis. Foto www.thetoc.gr
No. Lo primero que Yanis me dijo cuando aterricé en Atenas el 8 de febrero fue “bienvenido al cáliz envenenado”. Desde el principio no nos hacíamos ilusiones de ningún tipo. La gente ha estado diciendo lo contrario, pero ellos no estaban allí. Sabíamos que el gobierno griego tenía unas cartas muy débiles y que lo único que podía hacer era presentar su caso ante las instituciones europeas y ver si había disposición para sostener un debate racional. No podíamos amenazar con nada, cosa que habría sido totalmente contraproducente. Hubo estrategias que fueron empleadas, como intentar la confrontación y ofrecer concesiones, pero daba igual. Lo que teníamos que hacer era intentar que el debate racional prevaleciera en esos círculos, lo que requiere presentar argumentos de manera persistente, algo que Yanis hizo con gran habilidad.
Así que no creo que él
estuviera en un estado ilusorio y yo no creo que haya calculado mal,
pero creo que demostrar lo que la troika y lo que los acreedores
realmente querían era algo que había que hacer y que demandó tiempo y
buena fe. Desafortunadamente no hubo buena fe de la otra parte.
¿Y sabiendo lo que sabe ahora?
Si el mundo hubiese sabido
en febrero lo que nosotros sabíamos, entonces las cosas podrían haber
sido distintas, pero al mundo había que persuadirlo. Si Grecia hubiese
tomado el camino de la salida el 28 de enero, el mundo habría condenado
la temeridad del gobierno griego y le hubiese acusado de no intentar
negociar. Sabíamos que eso no era una opción, ni tampoco era una
política del gobierno griego. Incluso si hubiese sido una opción del
gobierno, no habría sido viable en un contexto político más amplio.
Entonces
el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, presentó su idea
“Grexit temporal”, que prácticamente puso fin a todas las discusiones,
¿no?
Eso es correcto. Lo de “temporal” era sólo humo. El ministro de Finanzas Schäuble básicamente dijo que Grecia tenía que asumir el Memorando tal cual le fue presentado o salirse del euro. Schäuble fue muy claro desde el principio. Desde el principio dijo que “las elecciones no pueden cambiar nada”.
La estrategia griega fue
elevar el terreno de decisión a la canciller Merkel, con la esperanza de
que ella actuara con mayor sentido de Estado, que EE.UU. jugara un
papel importante, y que Merkel finalmente le dijera al ministro
Schäuble, “tienes que aflojar un poco”. Al final, optó por presionar al
gobierno heleno para que aceptara el Memorando.
¿Le
sorprende que EE.UU. no prestara más apoyo a Grecia? Parece que, cuando
Timothy Geithner estaba al frente como secretario del Tesoro, la
posición estadounidense era más fuerte.
Los secretarios del Tesoro
estadounidense llevan tiempo sin tener mucho peso en Europa y este fue
el caso de Tim Geithner, que indudablemente se situó en el lado correcto
en esta cuestión. Y lo mismo se podría decir de Jack Lew. El
presidente, por otra parte, hizo varias llamadas telefónicas a la
canciller Merkel instando a una solución pragmática. No estoy seguro de
que no resultara útil, probablemente lo fue hasta cierto punto, pero al
final del día el papel que EE.UU. podía jugar en una cuestión interna de
la zona euro era limitado. Creo que todo el mundo reconoce lo anterior.
Si se hubiese producido un enfrentamiento más serio, creo que el papel
de Estados Unidos hubiese sido más relevante, pero simplemente no llegó a
eso en el caso griego.
Cuando se habla de Grecia,
España y Portugal, se habla de aliados importantes de Estados Unidos y
sus intereses serían seriamente ponderados en un cálculo en América. Si
la crisis pusiera en riesgo la integridad de la zona euro, entonces
EE.UU. tendría que reconsiderar su posición. Dicho de otra manera:
EE.UU. siempre ha apoyado, en primer lugar a Europa, y en segundo lugar
al euro y a la zona euro. Creo que si resultara evidente que la
supervivencia de una Europa unida y eficaz dependiera de cambiar el
régimen de la divisa, entonces EE.UU., y muy a su pesar, se vería
obligado a reconsiderar su posición ante el euro. Porque, obviamente, la
Unión Europea es una entidad mucho más importante que una divisa en un
momento dado. Después de todo, ¿cuántas veces se ha cambiado un régimen
monetario en el último siglo, cuatro o cinco veces? Los regímenes
monetarios no son cosas inmutables por mucho que se pretende que lo
sean.
Y, sin
embargo, ahí estaban Francia, Italia y otros países que podrían haber
equilibrado la mesa. ¿Realmente es una cuestión de un dominio alemán tan
fuerte?
Es justo decir que los
franceses y los italianos eran más comprensivos con la posición griega
sin llegar ser grandes defensores de la misma. Todos los demás, por
supuesto, fueron hostiles. Pero está tocando un punto importante, que es
que Italia y Francia son los países que son grandes y lo
suficientemente poderosos como para hacer una diferencia si realmente
quieren hacer valer sus intereses; su problema ha sido la falta de
voluntad para hacerlo. Las políticas en ambos países deben quedar muy
aclaradas por lo que acaba de suceder en Grecia y la gente debe
reconocer que si desea conservar algún elemento de autonomía nacional
tiene que estar preparada para luchar.
Así que después de ser observador y participante en última crisis de la zona euro, ¿cómo ha quedado su fe en la moneda única?
Ha caído mucho, se lo puedo
asegurar. Creo que está claro que la zona euro no se está gestionando
bajo principios que resulten viables económicamente para los países de
la periferia, así que algo tiene que cambiar. También está bastante
claro que no parece que el cambio de dirección vaya a ir en el sentido
más adecuado, que es el que proponemos Yanis Varufakis, Stuart Holland y
yo, y que implica el fortalecimiento de las economías de los países
periféricos en un marco de integración. Esto está obligando a la
izquierda de Europa a reconsiderar su compromiso con el marco económico
europeo que existe en la actualidad. Es evidente que el cambio es
imperativo y en qué dirección se producirá depende de si hay visión en
el centro. Por el momento no hay ninguna señal de que la haya. El caso
griego muestra que no persiste otra visión que la más miope y la más
orientada a favor de grupos de interés.
Una política económica que consiste en el saqueo de los activos de los sectores público y privado de los países deudores no es algo que vaya a ser asumido con ligereza por las poblaciones de esos países.
Las cosas parecían prometedoras hace seis meses y ahora el futuro se vuelve negro otra vez para el pueblo griego.
Así es como se ve la
situación en el momento actual, sin duda. Pero creo que el pueblo griego
ha sido muy valiente y ha realizado un esfuerzo importante de manera
que merece ser reconocido por ello; por haber sido prudente y comedido, y
por haber apoyado a su gobierno en un período muy difícil. El pueblo
griego se merece un mejor resultado de lo que ha recibido.
Esta entrevista fue publicada originalmente en inglés en Open Democracy.
...........
"n.123. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: « Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables ». (n.123 de la encíclica "Laudato si" del Papa Francisco. Mayo 2015).
(http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html)
...........
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