El famoso astrónomo norteamericano escribió en su libro un hipotético futuro muy parecido a la realidad actual
25/01/2017
No es la primera vez que un libro predice en sus páginas un futuro que años después parece asimilarse bastante.
Fahrenheit 451
describe una sociedad dependiente de la tecnología que como
consecuencia deriva el aislamiento social de sus individuos. Desde hace
unos años, los teléfonos han substituido las palabras en muchos espacios
públicos, como en el libro de Ray Bradbury las pantallas planas de la
calle captan toda la atención de los ciudadanos.
Otro claro ejemplo es
1984
. El control absoluto que ejerce el poder sobre sus ciudadanos
podría parecer una teoría muy perversa de George Owell si no existieran
los casos de espionaje destapados por Edward Snowden o la continua
vigilancia a la que están sometidos los usuarios de internet gracias a
sus datos personales.
Un nuevo caso donde la literatura atrapa a la realidad es el libro de "El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad".
Este libro del astrónomo Carl Sagan publicado en 1995 esconde un
apartado que el divulgador científico norteamericano tituló como “Un
presagio de la época de mis nietos”.
La cita empieza adivinando una “economía de servicios y de información”, donde “casi todas las industrias manufactureras se hayan ido a otros países”.
Se avanzó a una deslocalización en EE.UU que ha creado muchos
beneficios a las grandes empresas que han dejado el país para producir
más barato.
Carl Sagan, todavía no conocía los avances tecnológicos de 2016, pero ya intuía la fuerza de las nuevas tecnologías.
“Cuando los increíbles poderes tecnológicos caigan en manos de muy
pocos, y nadie represente el interés público pueda siquiera comprender
las cuestiones”, escribía en 1995.
También tuvo tiempo para predecir una sociedad norteamericana en la
que “la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus propias
agendas o cuestionar de una manera sabia a las autoridades”.
Sobre el futuro de EE.UU
Cuando los increíbles poderes tecnológicos caigan en manos de muy pocos y nadie represente el interés público”
El astrónomo dibujó a su vez una sociedad con tendencia a la
superstición y con problemas para poseer una mirada crítica. “Cuando
abrazados a nuestras bolas de cristal y consultando nerviosamente
nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en declive, e incapaces de distinguir lo que nos gusta y lo que es verdad, nos delicemos de nuevo, casi sin darnos cuenta, hacia la superstición y la oscuridad”.
Al leer a Carl Sagan parece que tenga una bola del tiempo o una bola de cristal. Probablemente sea la máquina del tiempo, aquella que utilizaron Orwell o Bradbury para dibujar en sus libros una realidad que tardaría en llegar muchos años.
Avanzados a su tiempo
Sagan, Orwell o Bradbury escribieron en su día unas líneas que reflejan la sociedad actual
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