De las diez empresas con mayor volumen de ventas que cambiaron de
domicilio en plena Covid-19, cinco salieron del territorio madrileño. En
conjunto, estas compañías facturan más de 5.000 millones.
05.02.2021
La Comunidad de Madrid
también llora la 'fuga' de compañías en plena pandemia. El territorio
que preside Isabel Díaz Ayuso es el único de toda España que ha logrado
mantener un saldo positivo -diferencia entre el número de empresas que
se instalan en sus fronteras y las que se marchan- desde septiembre de
2019. Pero un vistazo a los pormenores del balance aflora un agujero de más de 5.000 millones que,
al cierre del año anterior, perforaron en el mapa madrileño la mitad de
las sociedades con mayor facturación de todas las que, en 2020,
cambiaron su domicilio de unas CCAA a otras. Concretamente, de todas las
empresas que hicieron las maletas el año pasado, cinco de las diez más importantes por volumen de ventas se marcharon de la capital.
Un caso significativo es el de Iberdrola Generación Nuclear SA
-con una facturación de 1.140 millones de euros en 2019-, que cambió
Madrid por Bilbao el pasado mes de junio. El movimiento de esta compañía
sostuvo el saldo positivo de facturación, estimado en 1.342 millones,
con que cerró el País Vasco el año pasado, obteniendo el segundo mejor
resultado después de Cataluña que registró un incremento de 3.005
millones por volumen de facturación.
Además de la energética, otras cuatro empresas dentro del 'top 10' del
éxodo de sociedades abandonaron Madrid durante la crisis sanitaria,
dejando a la capital con un saldo negativo por facturación de 4.476 millones de euros al cierre de 2020.
Madrid concentró, con diferencia, el mayor flujo de compañías
el año pasado, tanto en operaciones de salida como de entrada. Entre
las pérdidas más potentes para la cartera madrileña se encuentra Bunge
Ibérica. La firma de productos agrícolas, que está presente en más de
cuarenta países, se mudó a Sant Just Desvern (Barcelona)
también en junio, tras registrar un volumen de ventas . El traslado de
la compañía, que se posiciona como uno de los mayores productores de
piensos, harinas y biodiésel, es estratégico, pues
cuenta con una de sus tres plantas nacionales en la Ciudad Condal,
mientras que las otras dos se hallan en Escombreras (Cartagena) y
Ziérbena (Bilbao). La firma facturó 3.301 millones de euros en 2018.
Madrid concentró el mayor flujo de empresas en 2020, tanto en salidas
como en entradas. El volumen de facturación que perdió el territorio en
el ejercicio anterior supera los 5.000 millones.
El traslado de dos divisiones de Alú Ibérica, antigua Alcoa, desde
la capital engrosan el éxodo madrileño. Las dos compañías productoras
de aluminio concluyeron su mudanza a Arteixo (Galicia) y Avilés
(Asturias) -en mayo y abril- , tras facturar 132.029 y 173.564 millones de euros,
respectivamente, en 2018. La citada lista cierra con el traslado del
fabricante de muebles Grupo Alvic -propietario de firmas como Ofitres y
Faro- hasta Andalucía. La compañía generó un volumen de ventas de 152.864 millones al
cierre de 2018. En total, el volumen de facturación que ha perdido el
territorio madrileño en un solo año supera los 5.000 millones.
Las
operaciones de M&A fueron clave para un año donde los cambios de
domicilio de las empresas españolas dejaron un panorama poco corriente.
Esto explica, por ejemplo, el resultado de la Región de Murcia, que
registró la segunda cifra más importante de salidas debido a una
restructuración, que se saldó con la 'fuga' de más de 200 empresas.
El territorio murciano cerró el pasado ejercicio con un saldo negativo
de 193 compañías, un resultado que se explica por el traslado de un
batallón de sociedades que pertenecían al grupo Luzantia, que fue adquirido por el grupo británico Cubico Sustainable, con sede en Madrid.
Los
principales virajes en los saldos de las distintas CCAA se deben a los
movimientos de unas pocas compañías a las que, en muchos casos, han
seguido numerosas empresas 'satélite'. El balance a final de año
confirma que un total de cuatro comunidades mantuvieron un saldo
negativo, por número de empresas, desde el primer trimestre del año
pandémico. Se trata de Castilla y León, Cataluña, Ceuta y Navarra. De
todas ellas, es la comunidad catalana la que perdió más empresas,
quedando su saldo en un déficit de 37 sociedades. La salida más notable
que sufrió Cataluña fue la de Global Steel Wire, S.A., la empresa del Grupo Celsa experta en la fabricación de palanquilla y alambrón de acero, que facturó 671 millones en 2018.
Las fluctuaciones en la cifra de traslados
dominaron el año pasado, siendo el tercer trimestre -en pleno alivio de
las restricciones contra la Covid por la temporada estival-, el momento
más efervescente. Solo de julio a septiembre, los cambios de domicilio
llegaron a los 1.248, la tercera cifra más alta en los últimos dos años,
tras la cascada de mudanzas desde el territorio catalán que provocó la crisis del referéndum independentista del 1 de octubre de 2017, momento en que Informa D&B, filial de Cesce, comenzó a reportar estos flujos.
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