9 de gener del 2013

¡Ya está bien!, por Josep Miró i Ardèvol



08/01/2013    Sígueme en Twitter: @jmiroardevol

Estaba escuchando tan ricamente el programa 'La Mañana' de la COPE cuando, una vez más, y lo digo así porque es recurrente, se empezó a hablar de Cataluña y de los catalanes en unos términos que me parecen brutalmente injustos y que faltan a la más elemental verdad.

Por ejemplo, una tertuliana, no sé quién era, y me refiero al programa del día 7 de enero, explicaba que una amiga suya madrileña, que lleva diez años viviendo en Cataluña, le había contado que sus hijos sí que hablan el castellano, pero que era gracias a sus esfuerzos en casa porque si no fuera así no lo hablarían. Lo cual significa que todos aquellos que no tengan una familia que se exprese en castellano no lo deben dominar.

Pues, de acuerdo con esta 'demostración', mis hijos y los compañeros de mis hijos, y el 47% de la población debería ser en cuanto a los niños ignorantes en la lengua castellana y no es así. Mis hijos se expresan, como demuestran sus notas, en un castellano muy bueno. Con acento catalán, claro, porque no son de Valladolid, pero es que esto supongo que también vale. Su capacidad estilística, gramatical y ortográfica es incluso mejor que la que poseen en catalán, seguramente porque la gramática catalana tiene una mayor complejidad que hace algo más difícil el aprendizaje. Mis hijos son perfectamente bilingües, se desplazan de una lengua a la otra sin ninguna dificultad y han estado sometidos a esta vilipendiada inmersión lingüística. No solo esto, sino que profundizan en el dominio de una tercera lengua, que en un futuro será una cuarta. Y no será porque en nuestra casa seamos políglotas, al contrario. En nuestro hogar somos catalanes monolingües, por consiguiente algo falla en el razonamiento de la tertuliana, y, lo que falla, es sencillamente reconocer la realidad.

Parece mentira este tipo de planteamientos existiendo tantas verificaciones objetivas de que el nivel de dominio del castellano en los alumnos catalanes es tan bueno como el que pueda poseer cualquier otra comunidad autónoma, en términos estadísticos incluso está ligeramente situado por encima de la media, lo que significa que hay comunidades autónomas monolingües españolas que presentan peores resultados. ¿Cómo desde tan solo 600 kilómetros de distancia se pueden decir estas cosas? Como afirmar que La Vanguardia o El Periódico, por el simple hecho de estar realizados en Cataluña, son la 'caverna mediática', o leer o quejarse de que los acusen a quienes se empeñan en mamporrear continuamente lo catalán de cavernarios, sin darse cuenta de que su actuación cotidiana va en esta línea.

Es seguro que en Cataluña hay cosas que se hacen mal, otras que se hacen medio mal y otras que se hacen bien. Como en el conjunto de España, variará el tipo de cosas, pero la condición humana más o menos es la misma.

Ya está bien de vivir enfrascados en reduccionismos siempre predispuestos a lanzarse los trastos los unos a los otros. Ya está bien que determinadas emisoras de radio y de televisión, en las que por desgracia mi Iglesia tiene una presencia activa, se caractericen precisamente por adoptar esta línea. ¡Ya está bien!

Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos