(Si ara no protestem montant la marimorena, després ho lamentarem. No hi ha dret. Cuca de Llum)
Limitar el pago en efectivo acaba con la libertad financiera del ciudadano
Raúl Tristán - 2.12.2016
Dice el Gobierno de esta España nuestra que no vamos a poder pagar en efectivo más de 1.000 euros.
Y dice que lo hace por nuestro bien, el de todos los españoles, porque
para eso está el Gobierno: para velar por nuestros intereses. Como "el
Estado", claro.
Y
dice el Gobierno, y una gran parte de los españoles -los ignorantes en
materias económicas, quienes no poseen educación financiera o aquellos
ingenuos que aún creen en los cuentos de hadas de la socialdemocracia-
que es una medida para acabar con la economía sumergida. O en román
paladino, para finiquitar el dinero negro.
Disculpen que me entre una risa
histérica cada vez que el Gobierno habla de dinero negro en nombre del
Estado. ¿Se refiere a ese dinero que circula en sobres por sus
instituciones? ¿A ese que engrasa las puertas giratorias por las que
transitan los políticos en su retiro? ¿A ese dinero tan sucio que mueve
el capitalismo de amiguetes? No, por supuesto que no.
Porque el Ejecutivo no quiere
acabar con el veradero dinero negro, que mueve miles y miles de millones
de euros (desde el generado por el tráfico de drogas hasta el producido
por la corrupción político-empresarial). Lo que pretende el Gobierno es
liquidar lo poco que quede de la libertad financiera de los ciudadanos,
en un nuevo golpe de mano dado en esa dirección, mediante leyes
coercitivas y la manipulación de la verdad. mediante un vil engaño a las
masas ingenuas, a las que se les hace creer que los autónomos, los
pequeños empresarios o los grandes, son estafadores que llenan sus
bolsillos de dinero negro robado al pueblo, y que de esa forma lo vamos a
recuperar y les vamos a dar una buena lección.
Acabar con la libertad financiera
El
primer lugar, el dinero negro del que habla Montoro, del que puede
generarse en transacciones entre el ciudadano y un autónomo o empresa,
quedaría reducido casi a cero si este Gobierno tomara la firme
determinanción de implantar una política impositiva reduccionista: es
decir, bajar impuestos. Todos los impuestos.
No solo disminuiría el dinero
negro en circulación, sino que se generaría mayor consumo y se alentaría
a crear más negocios. El dinero se movería más al aire libre y se
multiplicaría. Al dinero no le gustan los impuestos, porque no quiere
estar encadenado para que las sanguijuelas se le adhieran hasta
desangrarlo. El dinero, si ve impuestos, se esconde en la oscuridad de
los pasadizos secretos.
Y es lógico. Porque lo lógico es
pagar los menos impuestos posibles y lo más bajos posible. Lo otro,
pagar y pagar cada vez más, por muy legalizado que esté, no deja de ser
un latrocinio, un robo del Estado. Un acto criminal perpetrado por el
Estado.
En segundo lugar, debemos
educarnos financieramente para que los tipos de negro del Gobierno no
vengan a engañarnos con su Matrix: no poder hacer pagos superiores a
1.000 euros significa que tu dinero tendrá que acabar en un banco, sí o
sí, y que tendrás que funcionar casi a diario mediante la dichosa
tarjeta. Porque ahora son mil, pero ayer fueron 2.500. ¿Y mañana? 500,
300, 100... hasta llegar a 0. Ya lo verás, o lo verán nuestros hijos.
De ello se deducen dos
intenciones: una, dar negocio a la banca. Es innegable. Si el españolito
de a pie tiene pasta, ya sea poca o mucha, que la tenga en el banco,
para que sea el banco el que pueda hacer negocios con ese dinero. Ya
conocemos las conexiones entre la banca y los gobiernos.
Y la otra, que si todo tu dinero
está en el banco, vas a necesitar una tarjeta para poder utilizarlo. Tu
dinero se ha convertido en unos y ceros, en información. Una información
muy valiosa para el Gobierno y muy peligrosa para ti. Teorías
conspiranoicas aparte, es cierto que ya se manejan los datos de todo lo
que haces con tu tarjeta. Cada movimiento, el lugar en el que has
estado, cuándo, a qué horas, qué has pagado... El Gobierno pretende
saber dónde tienes tu dinero y qué haces con él. Un ataque absoluto a la
libertad.
Que no te engañen: no se quiere
controlar el dinero negro, se quiere controlar tu dinero, para
controlarte a ti. Así, tienen más facilidad para gravarte con más
impuestos cada vez que les interese crear uno nuevo, y además les
concede poder sobre ti, poder absoluto.
Parece mentira que quienes ladran
contra las redes sociales y su capacidad para controlar lo que hacen
las personas no aúllen como posesos ante el control a través de la
tarjeta y las cuentas bancarias que ejerce el Gobierno.
Y la tercera cuestión. Quién no
se de cuenta de la realidad y le parezca ficción, que eche la vista
atrás. Antes, las personas realizábamos trueques que no podían ser
controlados por el estado ni controlados mediante impuestos. Con la
aparición del dinero, el valor venía referenciado por el valor del metal
que portaba. Un valor real, consensuado, tangible, inexpropiable...
pero ya comenzaba a ser controlado: por la emisión de cecas, dependiente
del gobernante de turno.
Con el establecimiento del dinero
respaldado por las reservas de oro de un país, la moneda siguió
teniendo un valor seguro, en cierta medida real, y por todos conocido.
Pero ya no había un valor real de esa moneda en sí. ¿No eres capaz de
ver que cada vez que el Gobierno mete mano al asunto del dinero el valor
real del mismo se aleja cada vez más de las manos del ciudadano, su
legítimo dueño?
Pronto los Estados, los
Gobiernos, vieron que necesitaban 'imprimir' más dinero del que
realmente podían sostener en circulación, y mandaron a paseo el patrón
oro. El dierno fiduciario ganaba la partida. En 1971 Nixon liquidó el
patrón oro. El resultado es que ahora todo tu dinero no vale en
realidad, sino que los Gobiernos, los bancos centrales, el FMI y toda la
comparsa de fabricantes de dinero falso deciden lo que vale.
Estás a su merced: hoy puedes ser
millonario y mañana pobre. Y todo es más fácil de controlar si tu
dinero está en sus manos, es decir, en las de los bancos. Solo tienen
que manejar unos y ceros, y tu cuenta corriente pasará de valer 1.000 a
valer 0. Así que cuando te intenten vender el engaño de que para
controlar la economía sumergida, o porque se trata del progreso, vas a
acabar no llevando dinero físico, sino un chip... piensa que en realidad
lo que se pretende es que no tengas económicamente nada seguro, y que
estés más y más controlado. Y como esta Matrix es inevitable, te
recomiendo que vayas buscando la entrada a tu propia Sion.
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