El desfase entre el presupuesto y los compromisos supera los 1.000 millones
Las multas para los morosos del eurocaza son multimillonarias
Miguel González Madrid 9 ABR 2012- El ministro de Defensa, Pedro Morenés, es uno de los que mejor parado ha salido del recorte presupuestario. La partida de su departamento solo se reducirá este año un 8,8% (613 millones) frente al 16,9% de media de sus compañeros de Gabinete. Aún así, fuentes de Defensa admiten que, con las cuentas remitidas al Congreso, no es posible atender todos los compromisos contraídos; es decir, el ministerio se ve abocado al impago de sus obligaciones.
Este reconocimiento no supone ninguna confesión, sino la constatación
de un hecho: solo en el Eurofighter, el avión de combate europeo del
que España se ha comprometido a adquirir 87 unidades, los pagos
previstos en 2012 suman 720 millones. Y la partida incluida en el
presupuesto es de 3,5.
Casi el 50% del recorte en Defensa ha salido del capítulo de inversiones,
que pasa de 1.005 a 654 millones (casi un 35% menos). El anterior
equipo de Defensa reconoció que el presupuesto de 2011 presentaba un
desfase de 700 millones entre la cantidad consignada y los gastos
comprometidos. En 2012 el agujero se amplía y podría rondar los 1.200.
Morenés cuenta con el respaldo del Ministerio de Industria, en cuyo
presupuesto figuran 582,7 millones en créditos reembolsables para
programas militares. Aunque esta cantidad es casi un 25% inferior a la
del año pasado, supone nada menos que el 47% de la inversión total en
sistemas de armas. Pero ni siquiera los 1.237 millones repartidos entre
los dos ministerios bastan.
Para cuadrar las cuentas, Morenés ha recurrido a una solución
drástica: suprimir las partidas previstas para los llamados programas
especiales, 19 proyectos cuya factura total suma 31.000 millones y que
constituyen la punta de lanza de las Fuerzas Armadas: desde el carro de
combate Leopardo a las fragatas F-100 o el avión de combate Eurofighter.
Si en 2011 Defensa disponía para estos programas de más de 200
millones, este año solo ha presupuestado 4,9. Lo justo para pagar al
personal español que trabaja en tres de ellos.
Pese a este evidente agujero, Defensa asegura que tiene la “firme
voluntad de cumplir sus compromisos internacionales y descarta la
posibilidad de dejar de atender los pagos comprometidos”. No solo es
cuestión de honrar la palabra dada: algunos contratos incluyen fuertes
penalizaciones para disuadir a los incumplidores.
El Eurofighter es el caso paradigmático. Los cuatro socios (Reino
Unido, Alemania, Italia y España) se han blindado unos de otros con
condiciones leoninas. Defensa, que debía más de 700 millones a finales
del año pasado, estimó los intereses de demora en unos 52 millones. Por
eso aprobó en marzo la entrega de 309 millones.
Lo que no explica Defensa es cómo pagará. Las opciones son limitadas:
alargar el calendario de pagos; reducir, cuando sea posible, el pedido;
obtener de Hacienda un crédito extraordinario o recurrir a un préstamo
privado, como el concedido a los Ayuntamientos.
http://politica.elpais.com/politica/2012/04/09/actualidad/1334000027_666264.html
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