Un gran tubo perforaba ayer la tierra muy cerca de la Sagrada Familia, hasta llegar a unos 40 o 45 metros de profundidad. El cilindro de tierra que extraía se colocaba, partido en secciones, en una caja para someterlo a un detallado estudio geológico del terreno por capas. Es la forma de realizar las catas previas cuando se tiene que construir un túnel. En este caso, se trata del AVE a su paso por la Sagrada Familia. Ayer empezó a realizarse la primera de las nuevas prospecciones del terreno que aconsejó el Colegio de Geólogos en un informe solicitado por el Patronato de la Sagrada Familia. Se hizo junto a la salida del metro de la línea 2, en la calle de Mallorca con la de Marina.
Los geólogos consideraron que hacía falta realizar cinco sondeos más, aparte de los cinco ya practicados, para tener información complementaria del terreno. Además del que se hizo ayer, están previstos otros dos en la acera de la calle de Mallorca -junto a la fachada de la Glòria- y dos más en la calzada. Uno de ellos en la confluencia de Mallorca con Marina y otro con Sardenya. Estos dos últimos supondrán afectaciones parciales de tráfico.
Las nuevas catas se están realizando por orden del Ayuntamiento de Barcelona y los resultados del estudio geológico se enviarán al Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias, que está realizando la obra del tren de alta velocidad.
Manuel Valdés, director de Infraestructuras del consistorio, se mostraba bastante convencido de que el resultado de los nuevos estudios "no aportará información que suponga un cambio en el proyecto del túnel (desde Sants a la Sagrera)". No obstante, matizó que si algo así ocurriera, "evidentemente se tendría en cuenta".
Las obras del túnel en su fase previa, la preparación del terreno y la tuneladora en el lado de la Sagrera, podrían empezar esta primavera.
de: El País
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