martes, 4 de junio de 2019
Palinuro cierra
Las gentes de espíritu libre saben que lo importante en la vida no es cómo llegas, sino cómo te vas.
Ningún
intelectual español o catalán, que yo sepa, ha hecho algo semejante al
blog Palinuro. Son doce años ininterrumpidos día tras día, de una obra
en la que hay crónicas, literatura, críticas de libros, de exposiciones,
de cine, de teatro, cuestiones sociológicas, políticas, filosóficas,
etc., y, en los últimos tiempos, una atención exclusiva, minuciosa,
cotidiana, a la lucha de Catalunya por la independencia. Más de un
millón de palabras. Sin apoyo alguno, diario o periódico, ni
infraestructura, ni ayuda. Nada. En abierto, con acceso libre a todos/as
en licencia creative commons que autoriza el uso libre del material con
solas dos condiciones: no tergiversarlo y citar al autor.
Efectivamente,
Palinuro ha sido un éxito: 10.000 lectores diarios directos del blog y
otros tantos a través de reproducciones. Mucha gente me dice que es su
primera lectura en el día. Por estas personas, por el respeto que les
tengo, así como a mis seguidores en FB o Tuiter (unos 200.000 a estas
alturas) es por lo que he retrasado el momento del cierre.
Pero
este se ha hecho inevitable. El blog me consume mucho tiempo que
necesito para tareas propias de creación. Y me causa problemas y
dificultades. Lo de menos es que me encuentre mis textos por ahí, mejor o
peor plagiados, a veces con mis mismas palabras, pero sin citarme. Puro
parasitismo intelectual, sobre todo en los medios audiovisuales. Y el
gremio publicístico se autoprotege cerrando filas. Lo peor es que no
solo se saquea Palinuro sino que, además, se trata de silenciar al
autor. En España y en Catalunya. En la izquierda y en la derecha, en el
independentismo y en el unionismo.
Al
margen de elMón.cat (un artículo a la semana) y La República (uno al
mes) no tengo acceso a ningún medio de comunicación escrito o
audiovisual. Mis ideas, propuestas, etc., se conocen porque Palinuro
está en abierto y es gratis, pero casi nadie cita la autoría, aunque se
beneficie por ello. Salvo para atacarme. Entonces aparezco profusamente,
incluso con "noticias" inventadas. No he ido casi nunca a las radios
catalanas y escasísimas veces a TV3 pero mucha gente dice que me paso la
vida en el plató y hasta algún avispado se inventa que cobro no sé
cuántos miles de euros que jamás he visto juntos. Y, hala, a desmentir
un sucio ataque personal de parte de quienes encuentran lógico que
cualquier zoquete o zoqueta españoles cobren millonadas por mentir. Y
sin ayuda de quienes, siendo asiduos a los estudios, y beneficiándose de
Palinuro sin citarlo, sí cobran.
La
esfera pública es tan corrupta en Catalunya como en España. Dominan las
fórmulas y repartos de partidos, los enchufes, las capillas, los
amiguismos, las banderías y las listas negras para aquellos/as que, como
Palinuro, no son de fiar, ya que no se atienen a consignas partidistas.
Insisto, en la izquierda y en la derecha, en el independentismo y el
unionismo.
Así que, como
no he encontrado apoyo alguno en la esfera pública catalana sino, al
contrario, más inquina que en la española, cierro Palinuro y que cada
cual se busque la vida. Tengo montañas de trabajos en marcha y muchos
proyectos que requieren toda mi atención. Seguiré en las redes,
comunicando mis actividades públicas y mis opiniones, pero nada de
textos largos, que llevan mucho trabajo y tiempo y solo sirven para que
me tengan más tirria quienes son incapaces de producir algo propio más
largo que un tuit. Y, por supuesto, mantendré mi convicción
independentista catalana en todo momento.
La
decisión estaba tomada días antes de que el portavoz de ERC en Madrid,
en compañía de un ideólogo de Podemos que apoyó el 155, dijera que él no
es soberanista ni independentista y, supongo, su partido, tampoco. Pero
esta tomadura de pelo a millones de personas pasadas unas elecciones en
donde se dio a entender lo contrario, la ha acelerado.
Donec perficiam.
Ramón Cotarelo
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