El tejado del mercado barcelonés del Carmel ya no es la única iniciativa ciudadana que da como fruto una planta solar fotovoltaica. Ahora un grupo de alumnos, profesores y empleados universitarios han llenado de paneles fotovoltaicos el tejado de la facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid .
La Ola Solar que se acaba de inaugurar es una instalación solar fotovoltaica de 250 paneles. La inversión total del proyecto es de 360.806 euros y está sufragada a través de participaciones de toda la comunidad universitaria de la UAM: profesores, personal de administración y estudiantes, así como antiguos alumnos y familiares.
En total se han adherido al proyecto 120 «participantes», con inversiones de entre 1.000 y 5.000 euros, la cantidad máxima que puede aportar cada persona. El diseño técnico de la instalación ha corrido a cargo de la Fundación Tierra
La diferencia entre este proyecto y otras iniciativas empresariales en esta línea reside en el hecho de facilitar el acceso de las personas a título individual a un proyecto de energía solar sin tener que someterse a las dificultades burocráticas que caracterizan estas obras.
La energía eléctrica renovable generada con esta central es 50 kilovatios de potencia.
El objetivo esencial del proyecto es repartir los rendimientos previstos por la ley en este tipo de instalación y retornar el capital y los beneficios anualmente a los «participantes». Primero se devuelve el capital y, una vez amortizada la instalación – entre 12 y 15 años a partir del comienzo de su funcionamiento-, se reparten los beneficios según la cantidad proporcional que cada persona ha aportado.
Está dotada de un sistema de monitorización online, que permite que el participante pueda conocer cada día el ahorro y energía renovable generada. Para ello se ha instalado un monitor en la entrada de la facultad, en el que se indica la energía que está generando en cada momento la central.
Ayudar a concienciar a la comunidad universitaria de las ventajas que ofrecen las energías renovables para aminorar el impacto del cambio climático y reducir la dependencia de las energías fósiles. La Universidad Autónoma de Madrid ha sido desde hace 15 años muy activa en este tipo de iniciativas: recientemente se plantaron en el Campus 25.000 árboles (uno por cada alumno de la Universidad), con el fin de compensar las emisiones de CO2 que produce la actividad del centro.
de: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/26/ciencia/1246011573.html
La Ola Solar que se acaba de inaugurar es una instalación solar fotovoltaica de 250 paneles. La inversión total del proyecto es de 360.806 euros y está sufragada a través de participaciones de toda la comunidad universitaria de la UAM: profesores, personal de administración y estudiantes, así como antiguos alumnos y familiares.
En total se han adherido al proyecto 120 «participantes», con inversiones de entre 1.000 y 5.000 euros, la cantidad máxima que puede aportar cada persona. El diseño técnico de la instalación ha corrido a cargo de la Fundación Tierra
La diferencia entre este proyecto y otras iniciativas empresariales en esta línea reside en el hecho de facilitar el acceso de las personas a título individual a un proyecto de energía solar sin tener que someterse a las dificultades burocráticas que caracterizan estas obras.
La energía eléctrica renovable generada con esta central es 50 kilovatios de potencia.
El objetivo esencial del proyecto es repartir los rendimientos previstos por la ley en este tipo de instalación y retornar el capital y los beneficios anualmente a los «participantes». Primero se devuelve el capital y, una vez amortizada la instalación – entre 12 y 15 años a partir del comienzo de su funcionamiento-, se reparten los beneficios según la cantidad proporcional que cada persona ha aportado.
Está dotada de un sistema de monitorización online, que permite que el participante pueda conocer cada día el ahorro y energía renovable generada. Para ello se ha instalado un monitor en la entrada de la facultad, en el que se indica la energía que está generando en cada momento la central.
Ayudar a concienciar a la comunidad universitaria de las ventajas que ofrecen las energías renovables para aminorar el impacto del cambio climático y reducir la dependencia de las energías fósiles. La Universidad Autónoma de Madrid ha sido desde hace 15 años muy activa en este tipo de iniciativas: recientemente se plantaron en el Campus 25.000 árboles (uno por cada alumno de la Universidad), con el fin de compensar las emisiones de CO2 que produce la actividad del centro.
de: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/26/ciencia/1246011573.html
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